Sala cree que la solución para Cataluña es solo de la clase política

El presidente emérito del Tribunal Constitucional (TC) Pascual Sala ha afirmado hoy que la solución a la situación de Cataluña corresponde sólo a la clase política, “del color que sea”, porque es la que tiene que resolver un problema político que tiene solución.

“Hay un problema y tiene solución, no soluciones extremas, sino soluciones adecuadas, proporcionadas y razonables”, ha afirmado Pascual Sala en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, donde participa en un curso sobre el Constitucional que dirige el magistrado Andrés Ollero.

Sala y Ollero han declinado aventurar cuál sería la postura del Constitucional ante una convocatoria de elecciones catalanas en términos de plebiscito y tampoco ante la posibilidad de que el Gobierno recurra al artículo 155 de la Constitución, que permite la suspensión de la autonomía de Cataluña.

El jurista ha hecho hincapié en que no es conveniente que los magistrados hagan “futurología”, porque siempre responden con criterios jurídico constitucionales a hechos concretos y no existe la justicia “preventiva”, un argumento que ha respaldado Andrés Ollero, quien ha añadido que la función del Constitucional se activa cuando alguien plantea un recurso, pero sus miembros nunca se plantean que dirían, sino que deben decir.

No obstante, Sala ha mostrado su intranquilidad no como juez, sino como ciudadano, ante la situación de Cataluña y ha afirmado que lo que desea es que haya “una composición y una actividad política que remedie cualquier cosa que pueda producirse”, con arreglo a criterios de “proporcionalidad, conveniencia, oportunidad y de reforma de la Constitución”.

Esta tarea no corresponde “más que la clase política del color que sea, que es la que tiene que resolver un problema político, que lo hay”, ha dicho.

Sala ha hecho hincapié en que los ciudadanos, también los catalanes, piensan que debe ser utilizado este criterio de política para resolver el problema de esta “falta de cerrazón de la organización territorial del Estado que se trasluce en el titulo octavo de la Constitución”.

El jurista ha recordado que el Tribunal Constitucional acumula jurisprudencia desde su creación sobre cómo articular algo que no está cerrado en la Constitución, que es el Estado de las Autonomías y las competencias exclusivas del estado y de las comunidades autónomas.

A continuación, ha apuntado que aunque existe un consenso general tanto de los políticos, como en la doctrina científica sobre la necesidad de reformar la constitución, este no es un “criterio jurídico constitucional”.

Y ha recordado que en las tres sentencias en las que el TC se ha pronunciado sobre la soberanía de Cataluña, lo ha hecho con criterios “jurídicos constitucionales”, que son los “únicos que puede utilizar”.

“Otra cosa es que también hace falta actividad política y que la actividad política complementa esta insuficiencia que tiene el TC para recoger este problema”, ha añadido.