El juzgado salvadoreño instala audiencia preliminar contra el expresidente Saca

El Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador instaló hoy una audiencia preliminar contra el expresidente salvadoreño Elías Antonio Saca (2004-2009) y seis de sus excolaboradores, por la supuesta malversación de más de 300 millones de dólares.

Un portavoz del Centro Judicial Isidro Menéndez, que aglutina la mayoría de los tribunales de la capital, confirmó a Efe que la audiencia se instaló cerca de las 10.30 hora local (15.30 GMT), media hora después de lo programado.

Mario Machado, uno de los abogados de Saca, señaló que este mismo lunes solicitaría el aplazamiento de la diligencia por considerar “arbitrario” celebrar la audiencia, debido a que el pasado 10 de abril la Fiscalía “presentó 61 piezas y de prueba sumamente importantes” a las que la defensa no ha tenido acceso.

Saca fue trasladado hasta el lugar junto a su exsecretario privado, Elmer Charlaix; al de Comunicaciones, Julio Rank; al de la Juventud, César Funes, y los exempleados de la Presidencia Pablo Gómez, Francisco Rodríguez Arteaga y Jorge Alberto Herrera.

El juez de tribunal no permitió, como en las primeras etapas del proceso o en otros casos sonados, el ingreso de la prensa a la audiencia, de la que la defensa aseguró a periodistas pediría el aplazamiento.

Según la Fiscalía, Saca y los demás implicados operaban una estructura en el interior de la Presidencia que movió los más de 300 millones de dólares a 14 cuentas personales de los funcionarios Charlaix, Rodríguez y Gómez, de las que posteriormente retiraron al menos 116 millones de dólares “en efectivo”, de los que lavaron 6 millones.

Saca afronta otro proceso por supuestamente sobornar a una empleada judicial de la Cámara Primero de lo Civil, donde afronta un proceso civil, con 10.000 dólares para que le filtrara información.

El expresidente llegó al Gobierno bajo la bandera del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que de acuerdo con la Fiscalía recibió 400.000 dólares del dinero malversado y de donde fue expulsado en 2010.

El Salvador perdió al menos 550,9 millones de dólares, equivalentes al 2,1 % de su Producto Interno Bruto (PIB), entre 1989 y 2014 por la corrupción, principalmente el gasto “secreto” de la Presidencia y obras públicas, según un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).