La nueva secretaria de Cultura de Bolsonaro ofrece “pacificar” al sector

La actriz brasileña Regina Duarte, conocida por sus papeles en famosas telenovelas, asumió este miércoles la Secretaría de Cultura en el Gobierno de Jair Bolsonaro y ofreció “pacificar” la relación con ese sector “clave para Brasil” a través del diálogo.

“Mi propósito aquí es la pacificación y el diálogo permanente”, declaró Duarte al asumir el cargo, desde el cual se comprometió a “promover la cultura, que es un deber del Estado”, y fortalecer al sector como “uno de los pilares del desarrollo económico y social” y también como “un derecho de todos”.

La relación entre ese sector y el Gobierno ha sido difícil desde el inicio de la gestión del líder de la ultraderecha brasileña, un crítico feroz del llamado “marxismo cultural” y que ha rebajado al Ministerio de Cultura al estatus de Secretaría, dependiente de la cartera de Turismo.

Bolsonaro, quien encabezó la ceremonia, hizo una alusión a sus posiciones en un breve discurso con que recibió a Duarte.

“Lo que muchos tienen en la cabeza es que yo soy una persona que está lejos de amar la cultura”, pero es que “durante las últimas décadas, lo que la cultura representó no era lo que la mayoría del pueblo quería” y además era “usada para intereses políticos”, dijo.

Duarte, de 73 años, sustituye a Roberto Alvim, destituido en enero pasado en medio de una enorme ola de críticas después de que divulgó un vídeo en el que explicaba sus políticas para la cultura emulando sin tapujos al ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels.

La nueva funcionaria no tiene experiencia alguna en la gestión pública y antes de asumir el cargo se vio obligada a rescindir el contrato que tenía con la red de televisión Globo, muchas de cuyas famosas telenovelas protagonizó durante cinco décadas.

Entre sus papeles más recordados se destacan el de la Viuda Porcina en “Roque Santeiro” (1985), y la periodista divorciada Malu, de la novela 'Malu Mulher' (1979), una trama con tintes feministas que abordó temas que aún hoy son espinosos, como sexo, aborto o drogas.

Aún cuando sus ideas conservadoras coinciden en mucho con las que promueve Bolsonaro, Duarte es vista por la gran mayoría de la clase artística y cultural como una persona conciliadora, que puede ayudar a tender los puentes de diálogo que hoy le ha ofrecido al sector.

El primer guiño de la actriz fue la destitución, anunciada poco antes de asumir el cargo, de una decena de directores de institutos culturales estatales que mantenían posturas consideradas “radicales” hasta por muchos conservadores.

Entre ellos, figura el ahora exdirector de la Fundación Nacional de Artes, Dante Mantovani, quien el año pasado llegó a afirmar que “el rock lleva al satanismo, el aborto y las drogas”.(foto) (video)