Los separatistas prorrusos de Ucrania menosprecian las sanciones de la UE

Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en Ucrania menospreciaron hoy la decisión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea de ampliar la lista de separatistas prorrusos sancionados.

“Las sanciones europeas no nos dan ningún miedo. Simplemente, no tienen ninguna forma de influir en nosotros”, aseguró Alexéi Kariakin, presidente del Soviet Supremo (Legislativo) de Lugansk, a la agencia rusa Interfax.

Kariakin agregó: “Nosotros allí no vamos. Allí no tenemos nada. Y tampoco nadie nos está esperando. Sobreviviremos de alguna forma”, en alusión a las prohibiciones de viajar a países comunitarios de las sanciones anteriores, que incluyen congelación de bienes.

Por su parte, Denís Pushilin, vicepresidente del Soviet Supremo de Donetsk, recordó que Occidente ya impuso anteriormente sanciones, lo que “no influyó” en las políticas de ambas repúblicas separatistas.

“No estamos preocupados. Yo no tengo ningún bien inmueble, negocio o cuenta bancaria en un país europeo. Sospecho que lo mismo pasa con el jefe de la república de Donetsk, Alexandr Zajarchenko, y con el presidente del Soviet Supremo, Andréi Purguín”, comentó.

Los ministros de Exteriores de la UE pidieron a la Comisión Europea y al Servicio Europeo de Acción Exterior que preparen una lista de nuevos nombres de “separatistas”, personas que “amenazan la integridad territorial y la soberanía” de Ucrania.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, declaró que los ministros abordarían hoy en Bruselas “cuál es la mejor opción para reaccionar a las llamadas elecciones del 2 de noviembre, ilegales e ilegítimas”.

Mogherini se refería a los comicios separatistas en los que los habitantes de las zonas controladas por los rebeldes prorrusos en las regiones de Donetsk y Lugansk eligieron a sus nuevos líderes y miembros de sus Parlamentos, elecciones condenadas por Kiev, la UE y la ONU.

Como respuesta, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, pidió el sábado al Parlamento que revoque la ley de autogobierno que concedía tres años de autonomía a las zonas rebeldes y decretó varias medidas que los separatistas consideran un bloqueo económico de sus territorios.