El socialdemócrata Löfven buscará formar un gobierno de centro en Suecia

El líder socialdemócrata sueco y primer ministro en funciones, Stefan Löfven, buscará formar un gobierno de centro en Suecia tras recibir hoy el encargo del presidente del Parlamento tras el fracaso del conservador Ulf Kristersson.

“Mi opción preferida es una colaboración de gobierno en el centro de la política sueca”, dijo en rueda de prensa Löfven, que invitará “en los próximos días” a los líderes de todos los partidos con representación parlamentaria, a excepción del ultraderechista y xenófobo Demócratas de Suecia (SD), tercera fuerza en las elecciones del pasado 9 de septiembre.

El bloque de izquierda de Löfven, cuyo partido fue el más votado con el 28,2 %, ganó los comicios con 144 escaños, por 143 de la Alianza de centroderecha de conservadores, centristas, liberales y democristianos y 62 del SD, con el que nadie quiere negociar.

“Va a exigir humildad y compromiso de todas las partes. Pueden ser necesarios varios intentos antes de encontrar una alternativa”, afirmó Löfven, que tendrá inicialmente dos semanas para encontrar una fórmula que sea aceptada por el Parlamento sueco.

Las preferencias de Löfven apuntan al Partido Centrista y al Partido Liberal, las dos fuerzas que ayer rechazaron el ultimátum lanzado hace tres días por Kristersson, que les pedía apoyar un ejecutivo conservador o con alguna fuerza de la Alianza tras fracasar su primer intento de buscar apoyo en los socialdemócratas.

Aabos se negaron con el argumento de que un hipotético gobierno dependería de los votos del SD, lo que provocó que Kristersson devolviese ayer al presidente del Parlamento, Andreas Norlén, el mandato recibido dos semanas atrás.

“Un 'no' a un ejecutivo pequeño liderado por los conservadores no es un sí a Löfven”, advirtió hoy la líder centrista, Annie Lööf, que sigue apostando por Kristersson como primer ministro y solo acepta de entrada un pacto de toda la Alianza con los socialdemócratas.

El líder del SD, Jimmie Åkesson, reclamó que pronto se presente ante el Parlamento un gobierno y mostró la disposición de su partido a negociar, a cambio de concesiones en inmigración, lucha contra la delincuencia y sanidad.

“Nos tratan como si fuésemos hijastros. Los otros partidos parece que no han entendido que no somos una enfermedad que se va a superar enseguida”, dijo Åkesson.

Tanto éste como Lööf hicieron esas declaraciones después de reunirse con Norlén, quien resaltó que no se dejará presionar por el tiempo transcurrido desde las elecciones, a la vez que invitaba a todas las fuerzas políticas a ser más flexibles.

“Si hoy celebrásemos una votación para elegir al primer ministro, nadie podría ser elegido porque los partidos bloquean sus propuestas entre sí”, lamentó Norlén.

Löfven, destituido por el Parlamento a finales de septiembre al unir sus votos la Alianza y el SD, se abrió también a estudiar otras posibilidades para formar un ejecutivo, aunque descartó, al igual que había hecho antes Kristersson, una solución “a la alemana” con un pacto entre socialdemócratas y conservadores.

En el sistema sueco no es necesario tener mayoría absoluta en el Parlamento para ser elegido primer ministro. Basta con no tener una mayoría en contra.

Norlén tiene cuatro intentos para encontrar a un candidato capaz de formar un Ejecutivo aceptado por la Cámara y, si no tiene éxito, se convocarían elecciones anticipadas en tres meses.

En el caso de que no hubiese aún un nuevo gobierno sería el ejecutivo en funciones entre socialdemócratas y ecologistas que lidera ahora Löfven el encargado de presentar unos presupuestos antes de la fecha límite del 15 de noviembre.