El 70 % sursudanesas que llega a campos refugiados denuncia violencia sexual

El 70 % de las sursudanesas acogidas en los campos de desplazados internos de Juba han sido víctimas de una violación, denunció hoy la comisión de investigación de la ONU sobre las atrocidades cometidas en Sudán del Sur desde que comenzó el conflicto hace tres años.

La presidenta de la comisión, Yasmin Sooka, reveló que la gran mayoría de los abusos sexuales fueron cometidos por policías y soldados.

“Imagínense que el 70 % de las empleadas de la ONU hubieran sido abusadas sexualmente en los últimos tres años. Esto está más allá de la imaginación de cualquiera”, dijo Sooka ante el pleno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que celebra una sesión especial sobre Sudán del Sur, donde el conflicto ha provocado miles de muertos y masivas violaciones de los derechos humanos.

“Y recuerden que hay miles de casos más en el resto de Sudán del Sur y en los campos de refugiados de los países limítrofes, con el añadido del problema de la falta de denuncia a causa del estigma”, subrayó.

“Nuestra comisión encontró mujeres rechazadas por sus maridos tras ser violadas en grupo por soldados, mujeres expulsadas de la comunidad por estar embarazadas de niños concebidos en una violación, madres que cada día deben elegir entre ser violadas o ver a sus hijos morir de hambre”, dijo Sooka.

La experta denunció que muchas víctimas pasan meses sin recibir atención médica para curar las heridas provocadas por los abusos sexuales.

“Yo defino los niveles de violación en grupo como épicas. Para ser honesta no tengo adjetivos para describir lo que ocurre”, relató.

Otro de los aspectos denunciados fue la negación por parte del Gobierno de estos delitos y la impunidad reinante, “por ello la única manera de acabar con estas violaciones es llevar los culpables ante la justicia”, opinó.

La presidenta de la comisión recordó que muchas víctimas acusan a la ONU de “complicidad” por no evitar que los crímenes se cometan.

Sooka denunció que el país está “andando en la senda de la limpieza étnica” y agregó que “no estamos usando la expresión a la ligera. Se está asesinando, secuestrando, violando y arrasando casas en función de la etnia de las víctimas”.

La experta pidió la intervención urgente de la Unión Africana, el despliegue de una fuerza de protección internacional en ese país y que se lleven a cabo investigaciones para esclarecer y juzgar los delitos.

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, alertó también de los “asesinatos, secuestros, detenciones arbitrarias, desplazamiento forzado de civiles, y violaciones a los derechos de movimiento, expresión y opinión”, además del riesgo de que pueda cometerse un genocidio en el país.

El embajador sursudanés ante la ONU en Ginebra, Kuol Alor Kuol Arop, dijo que “no había justificación” para organizar dicha sesión, dado que se tratará el tema en marzo en la reunión ordinaria, cuando se presentará oficialmente el informe elaborado por la comisión.

La guerra en Sudán del Sur comenzó en diciembre de 2013 después de que el presidente Salva Kiir (de etnia dinka), acusara al vicepresidente Riek Machar (de la etnia rival nuer) de haber orquestado un golpe de Estado contra él, dos años después del nacimiento del país como estado independiente.