El teléfono móvil delata al joven acusado de matar a una dominicana en Tetuán

El posicionamiento del teléfono móvil del presunto autor de la muerte de una joven dominicana de 16 años asesinada el 1 de noviembre de 2017 en su casa del barrio de Tetuán le sitúa en los alrededores del domicilio de la víctima en el momento de su muerte, pese a que él manifestó estar en otro lugar.

En un auto, al que ha tenido acceso Efe, la titular del Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid, Belén Sánchez, afirma que Francis G.S. mintió varias veces en su declaración judicial del pasado jueves tras la cual la juez ordenó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza.

La primera de ellas cuando la víspera del crimen, el supuesto homicida realizó una llamada desde su número de teléfono al de Lisvette, a pesar de que el investigado negó conocer a ésta, a quien dijo haber visto en una única ocasión o haber hablado con ella.

Pero sobre todo cuando su coartada se vino abajo por partida doble al manifestar versiones contradictorias sobre donde se encontraba el día de los hechos hasta que el posicionamiento de su teléfono móvil le delató al situarle en el lugar del crimen.

Así, en un principio el presunto autor manifestó que aquel día estuvo en su centro de trabajo y el resto del día en su domicilio sin salir en compañía de su tía y sus primos; pero luego en su declaración judicial reconoció que si abandonó su casa para ir en Metro con unos amigos al Retiro y a un restaurante.

De esta forma, negó haber estado en el domicilio de la fallecida, pese a que la localización de su teléfono móvil no le ubica ni en su casa ni en los lugares indicados por el supuesto homicida.

Al contrario, desde las 18:41 hasta las 20:06 horas, su teléfono se encontraba ubicado en la zona del domicilio de la víctima, coincidiendo con la hora con la que se produjo su muerte.

La juez afirma que el detenido “ha faltado a la verdad al relatar lo que hizo el día 1 de noviembre, habiendo ofrecido versiones distintas sobre dicho extremo”.

Igualmente “existen indicios de que faltaron a la verdad en su declaración ante la Policía la tía y el primo del investigado”.

Ambos relataron a la Policía que estuvieron todo el día en el domicilio si bien su tía afirmo que fue a recoger a su hija al colegio, “extremo incierto al ser día festivo y no haber colegio”.

Pero el pasado jueves, el arrestado explicó que su tía salió a un centro comercial y que al volver salieron a la calle tanto él como su primo.

Lisvette, que llegó a Madrid hace cuatro años, fue asesinada el pasado 1 de noviembre, entre las seis y las siete de la tarde, en su domicilio de la calle Panizo, en el barrio de Tetuán. Fue encontrada muerta sobre su cama, desnuda, con un golpe en la cabeza.

Sobre las 18.00 horas sus padres se fueron de paseo y ella no quiso acompañarles; a las 19.00 horas regresó al piso un inquilino que vivía de alquiler en una habitación y que asegura que no oyó nada raro hasta las nueve de la noche, cuando llegaron los padres y encontraron el cadáver.

La autopsia no reveló ningún signo de abuso sexual ni que la menor hubiera mantenido relaciones con anterioridad, según la abogada de la familia, del despacho de Elena Sanz Vega y Carmen López.