La UE aprueba otros 13 proyectos de cooperación entre Estados en Defensa

El Consejo de la Unión Europea (UE) dio este martes luz verde a trece nuevos proyectos de cooperación entre Estados miembros, uno de ellos liderado por España, con el objetivo de seguir potenciando la base industrial militar comunitaria y cubrir necesidades a nivel europeo.

Así, los proyectos puestos en marcha bajo la llamada cooperación estructurada permanente (PESCO) en Defensa ascienden ya a 47.

La PESCO se inició en diciembre de 2017 para permitir a los Estados miembros de la UE que lo deseen colaborar de manera más estrecha en el ámbito de la Seguridad y la Defensa.

Este marco permanente para la cooperación abre la vía para desarrollar conjuntamente capacidades de defensa, invertir en proyectos compartidos y mejorar la contribución y la disponibilidad operativa de las fuerzas armadas.

En la PESCO participan España y otros 24 Estados miembros.

Cinco de los nuevos proyectos están centrados en la formación y cubren áreas como la ciberdefensa, buceo, táctica, atención médica o la defensa química, biológica, radiológica y nuclear.

Otros proyectos buscan reforzar las acciones de colaboración de la UE así como el desarrollo de capacidades en el mar, el aire y el espacio.

El Consejo adoptó formalmente la primera serie de diecisiete proyectos el 6 de marzo de 2018 y la segunda serie de diecisiete proyectos el 20 de noviembre de 2018.

En el caso de los nuevos proyectos aprobados hoy, España participa en un total de siete, liderando uno de ellos.

Se trata de una capacidad bautizada como “ataque electrónico aéreo” que, desarrollada junto a Francia y Suecia, permitirá a los aviones de la UE y la OTAN operar conjuntamente en tareas de supresión de las defensas aéreas enemigas, escolta, ataques electrónicos no tradicionales o apoyo crítico en ataques.

Otro proyecto destacado en el que participa España, junto a Portugal, está centrado en desarrollar las capacidades cibernéticas de los futuros trabajadores en el ámbito de la Defensa mediante la creación de una red de conocimiento.

España participará igualmente en proyectos sobre un sistema no tripulado antisubmarinos, un centro de coordinación e información cibernética, vigilancia espacial para una alerta e interceptación tempranas, materiales y componentes para competitividad tecnológica, y capacidades de guerra de colaboración.