Los verificadores internacionales regresarán a Euskadi después del desarme de ETA para dar por finalizada esta etapa

La fecha en la que volverán a la Comunidad Autónoma Vasca no está concretada, aunque probablemente será en próximas semanas. La CIV se constituyó el 28 de septiembre de 2011 con el fin de conseguir “un final ordenado de la violencia” y para verificar el desarme de la banda, que se concretó el 8 de abril en Baiona.

El integrante del 'Grupo de Luhuso', Jean Noël Etcheverry, entregó ese día a Ram Mannikalingam, pasadas las ocho de la mañana en el Ayuntamiento de Baiona, una carpeta con la documentación de la localización de los zulos de ETA y el inventario de las armas de la banda. Mannikalingam, de inmediato, se puso en contacto telefónico con las autoridades francesas.

En una comparecencia posterior ante los medios de comunicación, Mannikalingam aseguró que ETA está desarmada y que había puesto bajo control de las autoridades francesas los zulos con las armas de las que disponía. Además, destacó que, de esta forma, entregaba su armamento la última organización armada de Europa y aseguró que suponía la “victoria de la democracia sobre la violencia”.

Las Fuerzas de Seguridad francesas se desplazaron a los ocho lugares donde estaban los zulos (todos ellos en Francia) para hacerse con las armas y explosivos, cuya localización había entregado ETA.

Después de seis años de trabajo, en los que la Comisión de Verificación ha estado en contacto con representantes de organizaciones políticas, sociales e instituciones, entre ellas el Gobierno vasco, con el que ha mantenido una colaboración especial, el pasado sábado logró el objetivo que se había marcado de conseguir el desarme total de ETA.

Ahora, el grupo de Ram Manikkalingam volverá a Euskadi para explicar el trabajo que ha desarrollado para conseguir sus objetivos y dar por concluida esta etapa. No se descarta que, durante esta visita, los verificadores se reúnan con organizaciones políticas, sindicales y el propio Gobierno vasco, que ha colaborado y realizado labores de “puente” para conseguir que se produjera un proceso ordenado de desarme de la banda.

Fuentes del Gobierno vasco han confirmado a Europa Press que están dispuestos a mantener un encuentro con ellos si así lo solicitan. El 8 de abril, tras concretarse el desarme de ETA, el lehendakari, Iñigo Urkullu, compareció en San Sebastián junto a Manikkalingam.

Urkullu agradeció “la altura de miras y la colaboración” de los Gobiernos español, francés, navarro, y de la mancomunidad de Iparralde, y destacó que la entrega de armas certificaba que “ni una sola de las víctimas de ETA debió producirse nunca”.