Vox: hay un pacto de silencio ante el fracaso de la ley de violencia machista

Vox ha conmemorado este miércoles de forma unilateral el Día Internacional de la Violencia de Género con la lectura de un manifiesto en el que denuncia un “pacto de silencio” del resto de partidos ante el “fracaso” de la legislación actual y exige medidas contundentes frente a todo tipo de violencia.

Junto a una decena de diputadas del partido, su presidenta en Madrid, Rocío Monasterio, y la secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, se han desmarcado de cualquier otro acto de conmemoración del día internacional, que se celebra cada 25 de noviembre.

Han reiterado su rechazo a la Ley contra la Violencia de Género y han pedido que sea derogada por ser un “fracaso”, una “mera herramienta ideológica” y una legislación “insólita en toda Europa” que “colectiviza y victimiza a la mujer, vulnera la presunción de inocencia y establece tribunales sólo para hombres en contra de la igualdad constitucional de los españoles”.

“Los asesinatos no han bajado y los presupuestos para asociaciones y estructuras políticas sí han aumentado”, señala el manifiesto, que reafirma el compromiso “firme e irrevocable” de Vox con la vida de las personas y su dignidad, porque “la violencia no tiene adjetivos”.

Monasterio ha recalcado que Vox no quiere ser cómplice del silencio ante el fracaso de una ley que, en su opinión, no ha servido para proteger a las mujeres y ha subrayado la necesidad de que sea reformada abriendo una mesa de diálogo en el Congreso.

Según ha dicho, “una vez constatado el gran fracaso de la ley, sería vergonzoso que todos los políticos se colocaran en un pacto por no modificar la ley”. “Si algo está mal, hay que mejorarlo”, ha subrayado.

Por eso, insta al resto de partidos a adherirse a sus posicionamientos, además de a legislar a favor de la cadena perpetua para que “no haya criminales sexuales reincidentes” y a endurecer las penas contra los maltratadores.

Les insta también a denunciar públicamente la violencia que sufren las mujeres en otros países, especialmente los que no pertenecen a la civilización occidental.

Asimismo, les pide que se comprometan a combatir la inmigración ilegal, que “fomenta la trata de personas, la explotación sexual y genera inseguridad en los barrios, donde, cada vez más, las mujeres no se sienten seguras”.

El manifiesto recalca que la violencia contra la mujer no se combate “regando” de dinero público asociaciones privadas de “marcado contenido ideológico ni con campañas propagandísticas que criminalicen al varón”.

Monasterio ha pedido que los recursos públicos se destinen a ayudar a las “mujeres verdaderamente maltratadas” para que no pase como en Andalucía donde, según ha dicho, de los 40 millones de euros previstos para combatir la violencia de género, “solo 1,2 iban de verdad a las mujeres maltratadas”.