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Sobre este blog

@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.

Cómo revertir (temporalmente) la ideología política de alguien

Manifestación en Petrogrado, el 18 de junio de 1917

José Cervera

Vivimos tiempos de polarización en los que las ideologías políticas se atrincheran y parece imposible convencer a los de enfrente de que están equivocados; o tan siquiera dialogar razonablemente con ellos. No sólo la sociedad cada vez está más dividida en grupos que se van a los extremos, sino que los extremos cada vez se tocan menos, con lo que cualquier punto intermedio parece imposible de alcanzar.

Y sin embargo existen situaciones que pueden dar la vuelta como un calcetín a las ideologías de hasta el más recalcitrante de los extremistas, al menos en el laboratorio, y cómo se consigue este aparente milagro es curioso y muy interesante.

Hace años que los psicólogos saben que es posible hacer que gente que escora a la izquierda responda a test de orientación política casi como si fueran de derechas simplemente haciéndoles sentir miedo justo antes de responder a las preguntas: el que se le recuerde la inseguridad y la inestabilidad del mundo basta para que gentes que se autodefinen como progresistas tiendan a responder como más conservadores, reduciendo su empatía y haciendo que prefieran orden sobre justicia. Algo que parece consecuente: el temor nos centra en las necesidades propias y hace que nos olvidemos de idealismos. 

Pero ahora un grupo de investigadores estadounidenses han conseguido lo contrario: actuar sobre gente que se considera como conservadora para que responda como si fuesen liberales. Para ello les han hecho imaginar que eran Superman antes de responder a las preguntas; sobre todo subrayando su invulnerabilidad y su capacidad de sobrevivir a cualquier tipo de ataque o catástrofe.

Cuando se piensan a salvo de cualquier accidente los conservadores se vuelven más liberales en su forma de pensar y aumentan su empatía con los más necesitados y la necesidad de justicia, justo al revés del caso anterior. La ideología política, parece ser, tiene mucho que ver con lo cómo de amenazante se percibe el mundo, con el miedo y la inseguridad empujándonos hacia el egoísmo y la desconfianza y la seguridad e invulnerabilidad haciéndonos más solidarios y empáticos.

Parece pues que el viejo chiste estadounidense tiene mucho de verdad: 'un conservador es un liberal al que han atracado, un liberal es un conservador al que han detenido'. Porque cómo te sientes importa a la hora de situarte en el espectro político, y cambiar los sentimientos cambia la política. Siquiera por un rato. 

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@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.

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