No nos gusta la palabra “discapacitado”. Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a “retroceder”. La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.
Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com
Ya queda poco. El primer fin de semana de junio, 2 meses antes de cumplir 32 años, dormiré en mi propia casa. Me emancipo.
La gente de mi generación hace ya unos cuantos años que volaron del nido, la crisis no nos pilló por un pelo. Pero no es lo mismo. No todos los retrones pueden emanciparse. Como hemos repetido en este blog, el dinero es muy importante.
En mi caso, he tenido suerte: mis padres ahorraron para poder comprar una casa a cada uno de sus 2 hijos y no tengo que pagar una hipoteca. Tampoco hubiera podido. Tengo un sueldo de periodista base y una ayuda de 380 euros al mes. En lugar pagar al banco, pago a mi asistente personal. Lo conocí hace una semana; fue la segunda persona a la que entrevisté para el trabajo. Cuando lleve un tiempo viviendo con él escribiré sobre nuestra forma de organizarnos; por el momento me da muy buenas sensaciones.
Volvemos al tema del dinero: una hipoteca se salda en un par de décadas, yo pagaré a un asistente toda mi vida. Además es muy difícil, por no decir imposible, pagar hipoteca y asistente. Se va un sueldo entero (y no uno bajo). Ojalá dentro de un tiempo el Estado pague a los retrones el sueldo de este asistente personal; por el momento, tendré que reducir al mínimo mis compras en Amazon :)
En cualquier caso: empieza una nueva etapa. Un importante rito de paso para cualquiera, más aún para mí. Frente a los miles de retrones obligados a vivir con sus padres hasta que envejecen y después se mudan a casa de un hermano o un primo; frente a los que son encerrados en cárceles llamadas residencias... yo voy a ser independiente.
Éste no es un post al uso en el blog; pero quería compartir con los lectores la buena noticia. Si alguno tiene o conoce una experiencia similar, agradeceré los comentarios. En esto de los asistentes personales soy un novato.
Sobre este blog
No nos gusta la palabra “discapacitado”. Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a “retroceder”. La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.
Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com