ANAR detecta “descontento” de los padres con los colegios en casos de acoso escolar

Los padres que denuncian que sus hijos sufren acoso escolar a la Fundación para la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) suelen mostrar “descontento” sobre la reacción de los centros educativos hacia este tipo de violencia que se puede producir fuera o dentro de las aulas.

Lo ha destacado a Efe Diana Díaz, psicóloga y subdirectora del teléfono de ANAR (900 20 20 10), donde se reciben llamadas “a partir de edades muy tempranas”, aunque en dichos casos sean los padres o adultos quienes llamen.

Después de que la Junta de Andalucía haya abierto la pasada semana un expediente para investigar la agresión recibida por un niño de 7 años en el patio de un colegio de Sevilla por tres compañeros de 8, 9 y 10 años, Díaz ha recordado que en los casos de acoso escolar siempre “se produce una situación de dominio”.

Ya sea de unos compañeros hacia otros por estar las víctimas en una situación de inferioridad y desigualdad o por ser más pequeños de edad, ha apuntado.

Según esta psicóloga, “el pico” de acoso se suele dar sobre los 13 años, pero también afecta a alumnos más pequeños.

Puede empezar por “insultos”, aunque también por “amenazas o la difusión de rumores”, ha recalcado.

Los pequeños que son víctimas llegan a mostrar “unas pistas” con las que los padres pueden detectar “síntomas” de que algo está ocurriendo.

Por ejemplo, se muestran nerviosos, ponen pegas para estar en el colegio -especialmente a primera y a última hora-, tienen síntomas psicosomáticos como dolor de estómago o su material escolar desaparece o se estropea con frecuencia.

En los colegios se debería poner en marcha un protocolo en cuanto se tiene noticia de un caso, hablando en un primer momento los profesores y tutores con víctimas y presuntos agresores, según Díaz, que ha asegurado que las familias muestran “descontento” cuando llaman a ANAR sobre las reacciones de los centros.

No obstante, recomienda que estas difíciles situaciones se afronten “manteniendo la calma”.

De acuerdo con el “I Estudio sobre Ciberbullying según los afectados”, realizado por la Fundación ANAR con llamadas recibidas entre 2013 y 2015, la reacción más frecuente de los profesores ante un caso de acoso a través de móviles y redes sociales fue la de hablar con el acosador, seguido de escuchar a la víctima y adoptar alguna medida de carácter punitivo (se expulsa al acosador del centro en el 12,7 % de los casos).

La opinión de las víctimas y sus familias hacia este tipo de medidas es “negativa” en el 59,3 % de los casos analizados y satisfactoria en el 40,7 %.

Además, estas consideraciones son aún peores en el resto de formas de acoso escolar, que alcanza un 74,2 % de insatisfacción.

Las víctimas “perciben que los profesores se ponen a la defensiva, si bien es cierto que los padres sobrerreaccionan en muchas ocasiones culpando al profesorado de lo ocurrido”, según el citado estudio.

Por todo ello, ANAR considera “esencial” la adopción de un protocolo de actuación unificado para toda España en el que se contemplen las medidas a adoptar por los centros escolares.

El teléfono ANAR es atendido por psicólogos, apoyados por trabajadores sociales y abogados y está en marcha las 24 horas, todo el año y se trata de una línea anónima y gratuita.

Desde el pasado 1 de noviembre está disponible asimismo el 900 018 018, el teléfono que el Ministerio de Educación ha puesto en marcha contra el acoso escolar y los malos tratos en el ámbito de los centros y que también es gratuito, anónimo y funciona las 24 horas todo el año.

No hay datos disponibles aún sobre el número de llamadas recibidas a este nuevo teléfono, según han señalado a Efe fuentes ministeriales.