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Los grifos de un centro de salud madrileño dispensan agua turbia y con óxido desde hace años

Imagen del centro de salud de Villaverde en Madrid

Laura Galaup

El personal del centro de salud San Cristóbal, situado en el distrito madrileño de Villaverde, no bebe del agua que sale de las cañerías del ambulatorio porque no conserva una de las propiedades fundamentales del líquido: no es incolora. Eldiario.es ha comprobado, tras un aviso registrado en buzón Fíltrala que comparte con los medios La Marea, Diagonal y Mongolia, que en el edificio no hay ninguna indicación que advierta a los usuarios de que el agua que sale del grifo no conserva todas sus propiedades. La Consejería de Sanidad de Madrid reconoce que “se presenta turbia debido a la antigüedad del edificio”.

De hecho, los sindicatos señalan que hace años que ocurre esto y que puede llegar a tener altos niveles de hierro. “No la probamos porque sale marrón. Algunas compañeras nos traíamos botellas rellenas de casa. Ahora ya no hace falta porque nos han puesto una garrafa dispensadora de agua en centro”, ha contado una doctora del ambulatorio a eldiario.es.

Tanto la Administración como los empleados del centro de salud coinciden al indicar que el colorante que recibe el agua está causado por la edad del inmueble y de sus tuberías. “El centro de salud tiene muchos años, las tuberías también y el hierro se ha deteriorado. Por eso va soltando óxido y es lo que provoca que al abrir el grifo, el agua salga marrón”, apunta Cristina Cano, secretaria de la Federación de Sanidad de CCOO en Madrid.

Trucos para los pacientes

Los médicos y enfermeros encontraron una solución temporal para evitar dar a los pacientes un vaso de agua marrón, con posibles sustancias de óxido diluidas en el líquido. Dejaban correr durante unos minutos el líquido que salía del grifo hasta que empezaba a ser más claro. Un derroche de agua que han repetido durante años ya que señalan que este problema no es nuevo. “A los comercios de la zona el agua nos sale clara. El centro de salud tiene ese problema desde hace muchos años, todo se debe a que en algún punto el agua se contamina dentro de sus instalaciones”, añade un camarero que trabaja en un bar situado frente al ambulatorio.

El mes pasado la gerencia del centro de salud puso este asunto en conocimiento de la Consejería de Sanidad. Como solución temporal han tenido que colocar un suministro alternativo, un par de garrafas en las que se puede obtener agua mineral, clara. Sin embargo, hasta el viernes pasado, este nuevo método de dispensación solo era accesible para los trabajadores. Esta semana ya han colocado un segundo dispensador de uso público, al que pueden acceder los pacientes.

Cañerías obsoletas

También el mes pasado la Consejería realizó un análisis para conocer si el agua es potable. Los resultados indican que es apta para el consumo aunque tiene un nivel alto de turbidez. Por eso, para no seguir poniendo parches, arreglar las cañerías se ha convertido en una de las prioridades de la gerencia. “Ya está presupuestado para este año un plan de inversiones para la reposición de la red de suministro del agua del centro. Si es necesario se cambiarán las tuberías, ya que la turbidez se debe a la antigüedad del edificio”, explica una portavoz.

El sindicato CSIT explica que la situación de San Cristóbal no es un caso aislado, en la Comunidad de Madrid hay más centros que suministran agua sucia. “Tenemos muchos así. Por ejemplo, en Espronceda y Pontones. Fuera de Madrid ciudad el problema se repite en centros de Colmenar Viejo, Móstoles, Alcorcón y en el Área Seis de Majadahonda. En la mayor parte de los casos solo afecta al edificio sanitario, ya que el agua que llega al resto de las fincas que colindan con esos edificios es correcta”, explica Juan Carlos Escobar, responsable de Salud Laboral de CSIT.

Además recalcan que la decisión tomada por la Consejería al plantear un suministro alternativo de agua es adecuada: “Desde el punto de vista legal y desde el punto de vista preventivo es correcto, ya que les han facilitado una alternativa más segura. La obligación del centro es proteger a los trabajadores. Aunque es cierto que la medida desde el punto de vista presupuestario puede ser discutible”.

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