Aguado: Todo apunta a que pasaremos de fase, pero no es una victoria

El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, ha dicho este viernes que “todo apunta” a que Madrid pasará el lunes próximo a la fase 1 de la desescalada, si bien ha advertido que ello no supondrá “ninguna victoria”, dado que “lejos de ser un motivo de alegría” debe conllevar sobre todo “un ejercicio mayor de responsabilidad”.

Aguado, que ha visitado el puesto de mando de Metro, ha subrayado que, a lo largo de la desescalada, los cambios de fase estarán “en la mano de los ciudadanos y de la responsabilidad conjunta entre las administraciones y los ciudadanos”.

Por ello ha señalado que, si bien “la voluntad del Gobierno de la Comunidad de Madrid es avanzar lo más rápido posible en todas las fases”, podría darse “un frenazo” si no hay un comportamiento responsable.

El vicepresidente ha destacado que, en la reunión bilateral mantenida el jueves con el Ministerio de Sanidad, la Comunidad fue felicitada y salió con una sensación “muy positiva”.

No obstante, pasar a la fase 1 no implicaría que Madrid retirase el recurso contra el Gobierno central interpuesto ante el Tribunal Supremo, que -ha precisado Aguado- pretende garantizar la “transparencia” y dejar claro “cuáles fueron los criterios” para que, en dos ocasiones, se haya denegado el cambio de fase a la Comunidad.

Una vez entre en vigor la fase 1 de la desescalada, Madrid pedirá formalmente el paso a la fase 2 “en cuanto esté en condiciones” de hacerlo, ha dicho Aguado.

Respecto a las distintas protestas callejeras que se vienen produciendo en los últimos días, Aguado las contempla con “tristeza” y “una cierta indignación”, al considerarlas “la consecuencia de que tengamos políticos irresponsables que llamen a la crispación”, y ha indicado que no es el momento “de buscar otra vez esa España cainita de enfrentamientos”.

“Vamos a intentar hacer las cosas bien y llamar a la moderación”, ha rogado, al tiempo que ha recalcado que, aunque entiende “que haya hastío e incluso desesperación”, ello no puede conllevar “saltarse las normas” y “echar por tierra dos meses de confinamiento”.