Asociaciones sanitarias alertan de que la Atención Primaria está “en peligro”

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) ha asegurado hoy que la Atención Primaria está “en peligro” y ha quedado relegada a un “papel subalterno” con distintos problemas que repercuten, entre otros, en la calidad asistencial.

La Fadsp señala que a más del 52 % de los médicos de Atención Primaria le corresponde atender más de 1.500 tarjetas sanitarias individuales, lo que supone 250 más que las establecidas por las sociedades de medicina de familia, pediatría y enfermería.

Esta circunstancia obliga, según la Fadsp, al personal médico a atender una media de entre 40 y 50 pacientes al día.

Como consecuencia de esta situación “muchos” pacientes son enviados de manera “innecesaria” a hospitales o a servicios de urgencias, con lo que aumentan los costes.

Asimismo, sostiene que el 52 % de las personas que demanda asistencia en los centros de salud no es atendido el mismo día y el 11 % tarda más de una semana, algo que la Fadsp considera “incompatible con la filosofía y la lógica de la Atención Primaria que debería atender la demanda de manera inmediata”.

Según relata, la “presión asistencial” impide el desarrollo de actividades “esenciales” contempladas en el actual modelo de salud comunitaria como son la promoción de salud o la prevención de la enfermedad.

En su opinión, las facultades de Medicina “apenas” dedican tiempo en el programa docente a la Atención Primaria o a la Medicina Comunitaria, “contándose con los dedos de las manos” las cátedras de esta especialidad, algunas de las cuales “son financiadas por laboratorios farmacéuticos, que como es lógico pretenden aumentar la prescripción”.

Así las cosas, la Fadsp propone como soluciones recuperar el carácter universal de la Atención Primaria y la equidad en el acceso a los servicios de atención primaria, para lo que ve necesario integrar los regímenes asistenciales -como Muface e Isfas- en el Régimen General de la Seguridad, con el fin de garantizar una atención equitativa a toda la población.

También aboga, entre otros, por derogar la reforma sanitaria y por aprobar un plan de recursos humanos que incremente el personal sanitario para acabar “con la masificación de los cupos”, así como otro de equipamiento de centros de Atención Primaria “que acabe con la precariedad de recursos” y mejore la capacidad resolutiva.