Baltimore pide al Gobierno de EE.UU. que investigue las prácticas de su Policía

La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, pidió hoy al Gobierno de EEUU que investigue “los patrones y prácticas” de su Policía local, muy cuestionada tras la muerte del joven negro Freddy Gray por las heridas que sufrió mientras estaba detenido.

En una rueda de prensa, la alcaldesa anunció que el Departamento de Justicia investigará cuáles son los “desafíos sistemáticos” a que se enfrenta el cuerpo de policía local, así como si los agentes incurren en prácticas discriminatorias o guían su comportamiento por un patrón de uso excesivo de fuerza.

El anuncio de Rawlings-Blake se produce justo un día después de la visita a Baltimore de la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, que se reunió a puerta cerrada con la familia de Freddy Gray, de 25 años, fallecido el pasado 19 de abril tras haber pasado una semana en coma por una grave lesión de columna sufrida durante su arresto.

En un comunicado, la portavoz del Departamento de Justicia Dena Iverson comunicó que la División de Derechos Civiles ha recibido la petición de la alcaldesa de investigar las prácticas de la policía local.

La fiscal general estudia esa opción, “a la luz de lo que escuchó ayer sobre la forma de hacer cumplir la ley, los agentes, la comunidad, la fe y los jóvenes líderes de Baltimore”, añadió la portavoz del Departamento de Justicia, en referencia a la visita de Lynch a la ciudad.

Durante su intervención, la alcaldesa también anunció que los agentes incorporarán a sus uniformes cámaras con el fin de aumentar su supervisión mientras están de servicio.

“Tenemos que hacer las cosas bien. El fracaso no es una opción”, dijo la alcaldesa, que reconoció la existencia de una relación “fracturada” entre los habitantes de Baltimore y la Policía, a pesar de los esfuerzos por cambiar las prácticas y cultura de los agentes que dice haber impulsado durante su gestión.

La investigación que ha solicitado la alcaldesa es similar a la que llevó a cabo el Departamento de Justicia en Ferguson (Misuri), donde la muerte en agosto del joven afroamericano Michael Brown a manos de un policía blanco ocasionó fuertes protestas.

El informe concluyó que los agentes de Ferguson violaban de forma rutinaria la Constitución del país al detener a personas sin motivo aparente, usar la fuerza excesiva contra ellas o registrarlas obedeciendo a prejuicios raciales.

Tanto en Ferguson como en Baltimore, la muerte de negros a manos de policías blancos causó graves disturbios, que provocaron la declaración durante varias noches del toque de queda y el envío de la Guardia Nacional, una fuerza militar de reserva que suele movilizarse en catástrofes naturales y en situaciones de desorden público.