Brasil llama a 7.000 militares para mejorar la atención a los interesados en jubilarse

El Gobierno brasileño anunció este martes que convocará a unos 7.000 militares de la reserva para reforzar la atención en las agencias del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y acabar con las largas filas de trabajadores que buscan jubilarse y no han sido atendidos.

El anuncio fue hecho este martes en rueda de prensa por el secretario de Previsión y Trabajo del Ministerio de Economía, Rogerio Marinho, tras una reunión en la que fueron analizadas medidas de urgencia para descongestionar las agencias del INSS y agilizar la atención a las personas que cumplieron la edad de jubilación pero aún no reciben pensión.

“La idea es que esos militares puedan reforzar los puestos de atención para permitir que los profesionales del INSS puedan dedicarse al análisis de los documentos y de los procesos, para agilizar la atención”, dijo.

Según Marinho, los militares serán contratados temporalmente para reforzar la atención del INSS y poder reducir a cero la lista de procesos acumulados a partir de septiembre próximo.

El funcionario explicó que los militares de la reserva que acepten voluntariamente la convocatoria recibirá un entrenamiento de dos meses, ente febrero y marzo, para que puedan iniciar sus trabajos en abril.

A cambio recibirán un aumento provisional del 30 % en las remuneraciones que reciben como militares de la reserva.

Como medida de emergencia, el Gobierno también decidió llamar para un nuevo examen médico a los 1.514 funcionarios del INSS que están de licencia por supuestos problemas de salud y restringir los procesos de transferencia de empleados del Instituto a otros organismos públicos.

De acuerdo con Marinho, pese a que el Gobierno ha conseguido reducir el estoque de procesos acumulados, actualmente hay unas 2 millones de peticiones de beneficios al INSS, como pensión, jubilación, licencia por enfermedad o seguro desempleo, acumuladas y sin ser atendidas.

Mensualmente el organismo recibe unas 988.000 peticiones de diferentes beneficios, que tienen que ser registradas, analizadas por peritos y autorizadas.

Las peticiones de jubilación saltaron en Brasil en los últimos meses, antes de que entrara en vigor la reforma al régimen de pensiones y jubilaciones presentado por el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro y que aumentó las exigencias para los beneficios y redujo los valores de los mismos.

La reforma sólo entró en vigor este año por lo que muchos de los trabajadores que ya cumplían las anteriores exigencias decidieron anticipar su jubilación antes de que entrara en vigor la ley que estableció una edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres y 62 para las mujeres.