Calvo pide una revolución personal a los profesionales que tratan el maltrato

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, ha reclamado a todos los profesionales que atienden a las víctimas de violencia de género a que emprendan una “gran revolución personal” más allá de sus obligaciones laborales para acabar con esta lacra.

Calvo ha hecho este llamamiento a todos los profesionales que asisten al VII Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, que reúne en el Senado a los máximos responsables del Gobierno, el Poder Judicial y de todos los agentes implicados en la lucha contra las agresiones machistas.

“El Gobierno tiene la alerta de la escucha, de todo lo que puedan decir y alertar”, ha asegurado Calvo a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, operadores de justicia, del ámbito educativo, de la sanidad, entre otros sectores. “No faltaremos a ningún compromiso, pero nadie avanza solo”.

Calvo ha incidido en la importancia de mejorar la formación y de proteger a los menores de las víctimas, para acabar con la desigualdad que afecta a más de la mitad de la población.

“La inmensa mayoría de las mujeres asesinadas lo son porque quieren ser libres, porque descubren que quieren tener su proyecto de vida y salir de las normas que les oprimen, del machismo”, ha asegurado la responsable de Igualdad, quien ha recordado la “invisibilidad” de muchas de las víctimas.

Calvo ha incidido en la importancia del pacto de Estado de Violencia de Género, que incluye mejorar la coordinación y una mayor formación de los profesionales, “que significa tener más responsabilidad”. “No podemos zafarnos de este asunto que concierne a todos”.

“Queremos que los ayuntamientos se conviertan en lugares de asilo, en casas donde se pueda proteger” a las víctimas, ha dicho Calvo, quien ha reiterado que “prevenir es muy importante porque hay muchas mujeres que no se atreven a dar el paso de ir a una comisaría y que tienen que saltar muchos obstáculos”.