Los estudiantes vuelven con menos fuerza a la calle porque la “Lomce sigue en marcha”

Los estudiantes han vuelto a la calle contra las reválidas y la Lomce, pero con menos fuerza que la última vez: el 26-O la huelga desbordó las expectativas de los convocantes (movimientos de estudiantes, padres y madres y sindicatos de profesores). Esta vez solo ha llamado a los paros el Sindicato de Estudiantes; el resto simplemente ha apoyado la movilización.

El Ministerio de Educación sostiene que el seguimiento de la huelga ha sido “irrelevante”, mientras los convocantes aseguran que ha alcanzado a más del 80% de los alumnos y alumnas. “No nos engañen”, “No intenten tomarnos por tontos”, “la Lomce sigue en marcha”, ha manifestado la secretaria general del SE, Ana García, antes de comenzar la protesta que ha concluido en la Puerta del Sol con la lectura de un manifiesto.

Además de en Madrid, hay convocadas concentraciones en otras 50 ciudades. En la capital se ha desconvocado otra marcha prevista para esta tarde a las 18 que salía de Neptuno.

En esta ocasión, solo Unidos Podemos ha apoyado los paros. Ningún otro partido se ha pronunciado sobre la huelga. “No estamos cerrados a un diálogo con el ministro, pero no renunciaremos a la no derogación de la Lomce, de las reválidas y de los ataques a la educación pública”, ha afirmado Ana García.

Justo este jueves, Íñigo Méndez de Vigo se ha reunido con el presidente de la Conferencia de Rectores (CRUE) para ratificar su acuerdo sobre la nueva Selectividad, cuyas características avanzó el ministro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado viernes.

El próximo miércoles está prevista la comparecencia del ministro en la Comisión de Educación del Congreso, donde dará las líneas principales para encaminar el pacto educativo que el Gobierno espera tener listo en seis meses. La semana que viene se constituirá probablemente la subcomisión encargada de tal fin con el acuerdo de todos los partidos. Paralelamente, sigue en marcha la proposición de ley del PSOE para acabar con la Lomce y sustituirla por una nueva ley.

El viernes pasado el Gobierno pidió que reconsidere esta decisión. Aunque el Ejecutivo adujo que representaba un aumento de gasto y por ese motivo impidió su tramitación, en el órgano de Gobierno de la Cámara no lo vieron igual. Ahora, el Ejecutivo vuelve a la pelea institucional y sienta un precedente para seguir frenando las iniciativas en las que está claro que el PP puede perder en las votaciones del Congreso ante una oposición unida en su contra.