Condenado a ocho años el culpable del peor suceso en el mar en años en Hong Kong

El capitán de uno de los barcos que colisionó en Hong Kong en octubre de 2012, en el peor accidente marítimo de los últimos 40 años en la isla, que provocó 39 muertes y cientos de heridos, fue condenado hoy a ocho años de cárcel.

Un tribunal de Hong Kong consideró hoy culpable a Lai Sai-ming, responsable del ferry de pasajeros Kowloon Ferry's Sea Smooth, de homicidio y de poner en peligro la seguridad de los pasajeros en el accidente.

Por su parte, Chow Chi-wai, el capitán al frente de la nave Lamma IV, la otra implicada en el suceso, que se hundió a los diez minutos de la colisión con 120 personas a bordo, fue absuelto de los 39 cargos de homicidio de los que se le acusaba, pero fue condenado a nueve meses de prisión por poner en peligro la seguridad de los pasajeros en el mar.

En el accidente perecieron 39 personas, entre ellas ocho niños, y cerca de un centenar resultaron heridas en el choque entre las dos embarcaciones en Hong Kong -uno de los puertos más transitados del mundo-, en la peor tragedia marítima ocurrida en la excolonia británica desde 1971.

El accidente ocurrió el 1 de octubre de 2012, Día Nacional de China, cuando el Lamma IV transportaba empleados de la empresa Hong Kong Electric y sus familias para ver una exhibición de fuegos artificiales en el puerto Victoria de Hong Kong y chocó contra otra nave que iba en dirección contraria.

El accidente tuvo lugar frente a la isla de Lamma, situada a tres kilómetros al suroeste de la isla de Hong Kong, y el buque Lamma IV se hundió en cuestión de minutos tras colisionar con el ferry de alta velocidad que transportaba a otro centenar de personas en dirección a esta isla.

Según explicaron los supervivientes, el buque se hundió en cuestión de diez minutos hasta quedarse en una posición de 90 grados con su proa sobresaliendo verticalmente fuera del agua.

Decenas de personas cayeron al mar mientras que otras quedaron atrapadas en el interior de la nave, hasta que la popa quedó completamente sumergida en el agua en apenas unos minutos.

El otro ferry, manejado por Sai-ming, sufrió daños en su casco pero pudo llegar a puerto sin problemas.

Dada la rapidez con la que se desencadenaron los acontecimientos, algunos supervivientes apenas tuvieron tiempo para ponerse el chaleco salvavidas, mientras que otros tuvieron que romper cristales de las ventanas del barco para poder salir a la superficie.

Treinta de las víctimas perecieron en el lugar del accidente, entre ellas cinco niños, mientras que las nueve restantes fallecieron en los cinco hospitales de la ciudad a los que fueron trasladados.

Hasta entonces, el accidente más mortífero ocurrido en Hong Kong era el registrado en 1971, cuando un ferry que recorría la ruta Hong Kong-Macao se hundió durante un tifón, dejando un balance de 88 personas muertas.