El Consejo de Europa denuncia un aumento de la discriminación en Francia

Francia sufre un creciente aumento de los actos de intolerancia y del discurso del odio en los últimos años, según un informe sobre derechos humanos presentado por el Consejo de Europa, que denuncia “deficiencias graves y crónicas” en la acogida de los demandantes de asilo.

El informe, finalizado antes de los atentados yihadistas en enero, detecta “un gran incremento de acciones antisemitas, antimusulmanas y homófobas”, explicó el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, que visitó Francia en septiembre de 2014 para elaborar el estudio.

Solo en el primer semestre del año pasado se duplicaron los actos antisemitas y se triplicó el número de judíos que abandonaron el país en comparación con 2012.

Mientras, el 80% de acciones antimusulmanas tuvieron como objetivo a mujeres, señala el informe, que también recoge que en 2013 se registró un hecho homófobo cada dos días.

En su presentación hoy en París, Muiznieks aseguró que la crisis económica y el auge de la ultraderecha en Francia son dos factores que explican el crecimiento de la discriminación, así como el discurso de ciertos políticos, que estigmatiza a minorías como la gitana.

Sin embargo, recordó que esa intolerancia tiene “raíces profundas” en la historia de Europa y no se puede atribuir solo a la coyuntura económica.

El comisario elogió la legislación francesa contra la discriminación y la responsabilidad de la mayor parte de la clase política, pero al tiempo alertó de la persistencia de prácticas policiales discriminatorias, como los controles por los rasgos fisonómicos.

Mientras, Muiznieks atacó la “crónica falta de capacidad de recepción” para los refugiados que piden asilo en Francia y la “insuficiente atención” a los menores.

Especialmente crítico se mostró con la acogida y reinstalación de refugiados sirios, que fue de 500 el año pasado y se prevé que sea el mismo número en 2015, muy por debajo de los 30.000 que recibirá Alemania este año.

“Francia debería ser más generosa”, sentenció el comisario.

El informe también se preocupa por la situación que experimenta la minoría gitana en el país, la mayor parte de los cuales “viven en condiciones deplorables”.

Muiznieks recordó cómo, en su visita a un campamento gitano en Marsella, habían aparecido “las ratas más grandes que he visto en mi vida, y eso que he visto muchas”.

Por todo ello, consideró que es positivo el debate abierto en Francia tras los atentados del “Charlie Hebdo” y del supermercado judío sobre la discriminación que sufren las “banlieues” (suburbios) de las grandes ciudades y sobre la necesidad de integrar.

Sin embargo, alertó que integración no es lo mismo que una “asimilación forzosa”, algo que, según él, “está prohibido por las leyes internacionales”.

Asimismo, llamó a un debate en la sociedad entre quienes defienden llevar hasta el final la libertad de expresión, como el propio semanario “Charlie Hebdo”, y quienes consideran que esta debe contar con unos límites para proteger a los que se puedan sentir insultados.