La procesión del Corpus atrae hoy a Toledo a Rajoy, Catalá y a tres embajadores

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, y tres embajadores acudirán hoy en Toledo a la procesión del Corpus Christi, declarada de interés turístico internacional y que este año ofrece el atractivo de contemplar la flamante Custodia de Arfe recién restaurada.

La Delegación del Gobierno ha confirmado a Efe la presencia del presidente del Gobierno y el ministro de Justicia, junto a los embajadores de Colombia, Alberto Furmanski; República de Letonia, Argita Dandze, y República de Lituania, Skaiste Aniuliene.

Tampoco faltarán a esta cita, como cada año, el presidente de la región, Emiliano García-Page, que desfilará en la procesión junto a los consejeros de Educación, Ángel Felpeto, y de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha confirmado la Junta.

También asistirá a la misa pontifical y posterior desfile procesional la regidora municipal, Milagros Tolón, que ha invitado a sus colegas del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, presentes en Toledo con motivo de la asamblea general celebrada hoy, a contemplar la procesión desde los balcones de la Delegación del Gobierno.

Desde este emplazamiento disfrutarán también de la magnífica vista que ofrece estos balcones de la procesión a su paso por la Plaza de Zocodover la presidenta regional del PP y secretaria nacional de este partido, María Dolores de Cospedal, junto a varios miembros del Grupo Parlamentario Popular.

No habrá representación, en cambio, del tercer partido con representación en las Cortes, Podemos, cuyos dos diputados se desplazarán a Camuñas para contemplar el singular Corpus Christi de esta localidad toledana, declarado de interés turístico nacional y bien de interés cultural.

La procesión del Corpus Christi de Toledo, que atrae todos los años a miles de turistas y toledanos, tiene un especial aliciente este año: contemplar la recién restaurada custodia procesional, con forma de torre gótica y que mide tres metros de altura.

Esta pieza -indiscutible “protagonista” de la procesión y que simboliza el cuerpo de Cristo sacramentado- brillará más este año, tras haber sido sometida a un proceso de restauración que ha durado siete meses, en los que se ha desmontado totalmente y reformado todas sus piezas.

La Custodia está compuesta de dos partes, una interior hecha con el primer oro llegado de América que el cardenal Cisneros compró a la reina Isabel la Católica, y otra exterior más suntuosa, de plata dorada, que cinceló Enrique de Arfe entre 1517 y 1524, también por encargo de Cisneros, para servir como tabernáculo a la de la reina.