Costa Rica acogerá el congreso latinoamericano de conservación privada de bosque

Costa Rica será la sede del XI Congreso Latinoamericano de Reservas Naturales Privadas, el cual se realizará del 9 al 13 de noviembre, con el objetivo de discutir herramientas para la sostenibilidad económica de la conservación privada de bosques.

“Para Costa Rica es muy positivo ser sede del congreso, pues le permite mostrar los resultados positivos, revisar experiencias que se deben mejorar, y compartir los logros alcanzados en materia de conservación privada con proyectos ejemplares en distintas zonas del país”, explicó en una conferencia de prensa el presidente de la Red Costarricense de Reservas Privadas, Rafael Gallo.

En el evento participarán personas privadas, conservacionistas y representantes gubernamentales de América Latina con el objetivo de analizar el efecto de las conservación privada de bosques en actividades como el turismo y el medio ambiente.

“El desarrollo turístico sostenible debe ser producto de una relación balanceada en el uso apropiado de los recursos naturales y culturales, el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades locales, y el éxito económico de la actividad, que además contribuya al desarrollo nacional”, expresó el vicepresidente de la Junta Directa del Instituto Costarricense de Turismo, Gustavo Segura.

En el foro Costa Rica expondrá su ejemplo en la protección de bosques por personas privadas.

La Red Costarricense de Reservas Naturales cuenta con 220 miembros que impulsan iniciativas para la conservación de los bosques y la generación de conexiones entre las áreas protegidas del país.

Según la Red, como parte de los efectos positivos de esas iniciativas se destacan la generación de empleo, una mayor concienciación de la población en la conservación, investigaciones científicas, así como el desarrollo de hostelería, tour operadores, agencias de viajes y compañías de transporte.

Los asociados de la Red mantiene protegidas 82.000 mil hectáreas de propiedades privadas, de las cuales el 60 % está dedicada exclusivamente a conservación, mientras que el restante 40 % agrega a la conservación actividades de ecoturismo e investigación.