La DGT ve en personas con daño cerebral una “epidemia silente” y pide prevención

La directora general de Tráfico, María Seguí, ha asegurado hoy que las personas con daño cerebral adquirido padecen una “epidemia silente”, que ve más grave que los fallecidos en las carreteras, y ha hecho un llamamiento a la prevención en el que ha destacado la importancia del uso del cinturón o el casco.

La Federación Gallega de Daño Cerebral (Fegadace) ha entregado, en el marco del V Foro de Familias de Personas con Daño Cerebral Adquirido, el IV Premio Fegadace Miguel Blanco a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Fidel Castro Rodríguez, como secretario de Fegadace, ha destacado que el galardón, que desde este año lleva el nombre de un neurólogo recientemente fallecido, “pretende reconocer la labor de agentes sociales, individuales u organizaciones, en favor de los afectados por daño cerebral adquirido y sus familias”.

En el caso de la DGT destaca su trabajo en la “sensibilización” sobre la importancia del daño cerebral adquirido, pues los accidentes de tráfico son la segunda causa de este problema.

María Seguí, que ha recibido el premio de manos de María Isabel Pérez, de la Fundación Barrié que lo ganó el año pasado, ha subrayado la trascendencia de un reconocimiento institucional “tan cargado de humanidad”.

La responsable de Tráfico ha recordado que los siniestros que se producen en las vías son “predecibles y prevenibles” y ha llamado la atención sobre el “sentido de responsabilidad social” que lleva a que hoy se hable de “un reducidísimo número de accidentes y fallecidos”, en especial si se compara “con lo que ocurría hace diez años”.

Las personas que sufren daño cerebral adquirido por accidentes son “muchos menos que nunca”, pero eso “no significa” que se trate de un “problema resuelto”, pues las personas que no fallecen y arrastran lesiones de por vida sufren “el gran problema de los accidentes de tráfico” en España.

En todo caso, la reducción significa que los siniestros “eran predecibles”, aunque de momento “las lesiones por accidente de tráfico” se tratan de una “pandemia mundial” porque “ocurren demasiado por todas partes”.

Seguí subraya que en esta situación “el número importante, siendo importante cada persona que fallece por este motivo, es el inmensamente superior número de personas que sufre daño cerebral como consecuencia de un accidente”.

Las personas que padecen este problema son “una epidemia silente dentro de los lesionados por tráfico” porque “la proporción suele ser de uno a diez”.

El problema es que “los enfermos, los afectados, quedan afectados de manera que no pueden hablar en público y no pueden trasladar sus problemas” mientras que los familiares quedan “subsumidos en el cuidado de estar personas”, que consume su “energía” y su “tiempo”.

Lo habitual es que se hable “de los fallecidos y, como mucho, se narren los dolores de las tetraplejias o cuadriplejias”, pero “nunca” se recuerda a las personas con el citado daño cerebral.

En ese sentido hace un llamamiento a las medidas preventivas como el uso del cinturón o el uso del casco en vehículos como bicicletas y motocicletas: “No es capricho, se llama prevención”, ha continuado.

La DGT expresa “un compromiso incuestionable con el trabajo que está por venir” que “consiste en seguir reduciendo el número de accidente” y “que los pocos accidentes que se produjeran no implicaran daño cerebral ni otras lesiones”.

Su labor no solo consiste en “prevenir la lesión” sino que después es necesario “continuar acompañando a las personas en lo que es el resto de su vida”, lo que ejemplifica con los programas de adaptación de la conducción para las personas que necesitan apoyos para seguir con autonomía, lo que se desarrolla desde hace décadas.

“Somos centros de información donde recogemos todos los servicios, apoyos y ayudas que pueden existir en una localidad concreta”, ha concluido.

Susana Bembibre, la viuda de Miguel Blanco, ha considerado “muy bonito” que el premio “lleve su nombre” porque era un “médico muy cercano que entendía a mucha gente”.