Edades del Hombre pisan suelo mudéjar en Cuéllar, símbolo de reconciliación

“Reconciliare”, lema de la nueva exposición de Las Edades del Hombre que mañana inaugura la reina Sofía en Cuéllar (Segovia), encaja con la convivencia entre distintos que simboliza el arte mudéjar, santo y seña de la historia, arte y patrimonio de esa comunidad de villa y tierra.

El simbolismo del perdón y reencuentro que propone “Reconciliare”, a través de noventa y seis piezas entre los siglos XIII y XXI, tiene su correspondencia en los tres templos donde se alojará este relato articulado en torno a un preámbulo y cuatro capítulos, una trinidad de iglesias de estilo mudéjar: culto cristiano y estética islámica.

San Andrés como punto de partida, San Martín como núcleo intermedio y San Esteban a guisa de colofón, fueron levantadas entre los siglos XI y XIII, en plena Reconquista y dentro de un espacio geográfico de dominio cristiano donde fueron admitidos y tolerados los musulmanes derrotados que decidieron quedarse.

Eran los 'mudayyin', palabra de origen árabe que también sirvió para bautizar el estilo empleado por los cristianos al levantar sus nuevas iglesias y otros edificios civiles en suelo reconquistado, caso de Cuéllar (Segovia) que en Castilla y León alberga la mayor concentración de ejemplares de esa expresión junto a Sahagún (León), Arévalo (Ávila) y Olmedo (Valladolid).

Arquillos ciegos, arcos de herradura, arabescos en el armazón de madera de las techumbres, alfices y azulejos de inspiración islámica lucen en esos templos cristianos de pequeñas dimensiones, generalmente de una nave rematada en uno o varios ábsides, y construidas a base de ladrillo, yeso y madera debido a la ausencia de piedra en la zona.

Estos materiales tan humildes, hábilmente manejados por alarifes mudéjares, forjaron el 'románico pobre', 'mudo' o de 'ladrillo', según palabras del escritor José Jiménez Lozano (“Guía Espiritual de Castilla”), inventor de Las Edades del Hombre junto al sacerdote José Velicia, y autor de los guiones de las primeras exposiciones.

La villa resinera de Cuéllar, de renombre también por la antigüedad de sus encierros de toros, albergará hasta el 12 de noviembre la vigésima segunda exposición de Las Edades del Hombre con algo menos de un centenar de piezas de arte profano y religioso, histórico y contemporáneo.

Fernando Gallego, Pedro y Alonso Berruguete, Juan de Juni, Ambrosius Benson, El Greco, Felipe Bigarny, Juan Picardo, Luis Salvador Carmona, Alejo de Vahía y Gil de Siloé son algunos de los nombres más representativos de la historia del arte español que convivirán con artistas contemporáneos como Venancio Blanco, Julio López y Delhy Tejero.

Las piezas proceden en su mayor parte de templos y museos de las diócesis de Castilla y León, y engrosarán esta vigésimo segunda entrega de Las Edades del Hombre en las iglesias de San Andrés (preámbulo -“In principio”- y capítulo I -“Hieri”/Ayer), de San Martín (capítulos II -“In figura”/Por ejemplo- y III -“Hodie”/Hoy) y de San Esteban (capítulo IV -“Semper”/Siempre).

Esculturas, pinturas y otros enseres religiosos fechados hace siglos convivirán con instalaciones, vídeos y fotografías de manufactura contemporánea como metáfora de otro tipo de convivencia, entre tiempos pretéritos y actuales, que remite al leit motiv de la exposición: una sociedad necesitada de reconciliación.

La vigencia del mensaje cristiano y su necesaria presencia en un mundo globalizado, crispado y amenazado, es el sentido que ha querido imprimir el autor del guión de “Reconciliare”, el sacerdote y ensayista José Manuel Sánchez Caro, exrector de las universidades Pontificia de Salamanca y Católica de Ávila.

Más de once millones de personas han visitado las veintiuna ediciones precedentes de Las Edades del Hombre -la última de ellas en Toro (Zamora)-, que en sucesivas etapas visitará la localidad palentina de Aguilar de Campoo (2018) y la burgalesa de Lerma (2019).