Encaran reto de asentar turismo de naturaleza en aislado Pantanal paraguayo

Asunción, 13 dic (EFE).-Sentar las bases para un turismo de naturaleza en uno de los lugares más aislados de Paraguay, y a su vez uno de sus ecosistemas más ricos, es el objetivo de un proyecto financiado por la cooperación española en el Pantanal paraguayo, encaminado a su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco.

El proyecto asistencial, con fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid), se centró en el municipio de Bahía Negra, el centro neurálgico de ese entorno en el que conviven una gran variedad de especies y una población conformada por pueblos indígenas como los Yshyr Ybytos.

El proyecto busca identificar el potencial turístico de uno “de los lugares con mayor conservación natural” de Paraguay, dijo a Efe Laura Fandos tras su estancia este mes en el área de Bahía Negra para llevar a cabo el mismo.

Ello de cara a definir un modelo de desarrollo que sea compatible con los requisitos básicos de la Unesco para esa declaración de Patrimonio de la Humanidad.

En ese sentido, Fandos, consultora experta en turismo de la firma Globaldit, señaló que la implantación de turismo sostenible debería darse con una planificación previa, que evite “intervenciones erráticas” y apueste por integrar el producto en el marco de su diversidad y naturaleza.

Fandos añadió que el resultado del estudio será derivado a la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), una de las instituciones paraguayas implicadas en el Plan de Gestión del Pantanal Paraguayo para la esperada declaración de la Unesco.

Al respecto, Cristina Escobar, directora de Patrimonio de la Senatur, dijo a Efe que su departamento se encargará de elaborar un informe de desarrollo turístico en base a las recomendaciones derivadas del proyecto asistencial.

Escobar avanzó que la Senatur tiene previsto convocar a diversos ministerios e instituciones para que sus programas lleguen a todos los rincones de Bahía Negra y según sus competencias.

La funcionaria recordó que la postulación ante la Unesco exige al Estado el compromiso de estar presente en la zona con servicios de educación, salud o “aviación a todo tiempo”.

Y es que el acceso a Bahía Negra, a unos 700 kilómetros de Asunción, está condicionado por unas rutas de tierra que se inundan la mitad del año, en temporada de lluvias, y unos vuelos que dependen de que las precipitaciones no afecten la pista de su pequeño aeropuerto.

El Gran Pantanal es un ecosistema lodoso de 340.000 kilómetros cuadrados de extensión que abarca buena parte de la región occidental de Brasil y regiones aledañas de Paraguay y Bolivia.

Este gigantesco humedal alberga a 3.500 especies de plantas, 656 de aves, 325 de peces y 159 de mamíferos, además de decenas de reptiles y anfibios

La parte paraguaya del Gran Pantanal se ubica en el extremo noreste de la región occidental y se extiende a lo largo del Río Paraguay hasta la zona del Río Apa.

Compone un paisaje alternado por sabanas inundadas, lagunas, bancos de arena y bosques, principalmente de quebracho colorado, con una gran variedad de aves, peces, anfibios, reptiles y mamíferos.

En septiembre del pasado año fue presentado en Asunción el Plan de Gestión sostenible y participativa para el Pantanal, tendente a la postulación de la parte paraguaya del humedal como Patrimonio Mundial de la Unesco, una candidatura presentada por la Senatur con el apoyo financiero de la Aecid.