Entregan a familiares restos de once víctimas de conflicto armado en Colombia

La Fiscalía de Colombia entregó hoy a un grupo de familiares los restos óseos de once personas asesinadas por la guerrilla de las FARC y los paramilitares, en hechos ocurridos en el departamento de Antioquia (noroeste) entre 1997 y 2004.

La Dirección Nacional de Fiscalías Especializadas de Justicia Transicional entregó los restos de 10 hombres y una mujer en la sede de Migración Colombia de la ciudad de Medellín.

La identidad de las víctimas, que en su mayoría se dedicaban a labores agrícolas, se estableció en un trabajo conjunto del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.

“No solo se trató de identificar los restos, sino de saber qué pasó para explicarle a las familias, responder sus preguntas y decirles si hubo o no tortura”, dijo a Efe el director seccional de Antioquia del Instituto de Medicina Legal, Kevin Mejía Muñoz.

Reveló que en la mayoría de los casos debieron recurrir a “análisis genéticos” pues los cuerpos se encontraban “esqueletizados” y, además, debieron contar con el apoyo del laboratorio de balística.

Durante el acto de entrega, que se dio en el marco de los principios de verdad, justicia y reparación, los familiares de las víctimas participaron en una ceremonia religiosa, escribieron algunos mensajes para sus parientes asesinados y señalaron que empiezan a cerrar un ciclo doloroso.

“Agradezco esta oportunidad de reencuentro con nuestro ser querido. Toda pérdida trae dolor, pero la incertidumbre de no saber dónde está ya terminó”, dijo en la ceremonia Magnolia Vargas, hermana de Castor de Jesús Vargas, campesino que desapareció hace 13 años.

La Fiscalía informó que dos de los cuerpos fueron recuperados durante investigaciones desarrolladas por fiscales del Eje Temático de la Unidad de Desaparecidos y Desplazamiento Forzado.

Entre ellos figuran los restos de María Rosmira Posada Torres, la única mujer entre las víctimas, quien desapareció en Medellín, en hechos que aún son materia de investigación, y su cuerpo fue hallado en la vereda Guayabetal, en el departamento de Cundinamarca (centro).

“Recibo sus restos óseos y eso me da un poco de tranquilidad porque fueron muchos años de espera, pero es difícil que las autoridades no tengan un indicio sobre qué pasó con ella durante todo este tiempo y si estuvo secuestrada”, dijo a Efe Miguel Ángel Posada Torres, hermano de la víctima.

Agregó que con la entrega de restos se “cierra una parte del ciclo y hay descanso”, pero mientras recibe el acompañamiento psicológico de las autoridades espera encontrar “respuestas” y conocer la “verdad”.