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Las siete claves de España en PISA 2012: una España estancada y con más diferencias internas

La última edición del informe PISA deja a España en el puesto 33 de 65 en la clasificación.

Daniel Sánchez Caballero

Ligerísima mejoría dentro de la mediocridad. La última edición del famoso informe PISA de evaluación de los sistemas educativos deja a España en el puesto 33 de 65 en la clasificación de países, según los resultados del test. El examen evalúa las competencias –que no los conocimientos– de alumnos de 15 años en Matemáticas, Ciencias y Comprensión Lectora. España queda unos 10 puntos por debajo de la media de la OCDE (en un entorno de 500) y prácticamente igualada con la media UE. Los resultados apenas varían desde 2009.

España está estancada desde hace 10 años, dice PISA. Los resultados no mejoran pero sí empeora la equidad del sistema, destaca la OCDE. Las desigualdades entre alumnos se extienden a las comunidades autónomas, que presentan diferencias de hasta curso y medio entre la mejor y la peor. Además, la organización descarta que el problema sea la inversión y pide más autonomía –y rendición de cuentas– para maestros y escuelas.

PISA 2012, que ha sido presentado por el analista de la OCDE Pablo Zoido y la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ha confirmado la tendencia de que la voz cantante en educación la lleva Asia. Shanghái, con 613 puntos, Singapur (573), Hong Kong (561), Taipéi (560) y Corea del Sur (554) encabezan la lista. Finlandia, anterior referencia mundial, ha caído hasta el puesto número 12, con 519 puntos. España queda en un grupo junto a países como Italia, Hungría, Portugal, Lituania o Eslovaquia.

1. España está estancada desde hace 10 años

España continúa instalada en la mediocridad educativa, según PISA. El país ha quedado “justo por debajo de la media de la OCDE” en los resultados en Matemáticas, Ciencias, y Comprensión Lectora, y prácticamente en la media de la UE. Los resultados son ligeramente mejores en las tres categorías de lo que fueron en la última edición, en 2009, pero se mantienen básicamente estables desde hace 10 años.

En Matemáticas, la materia evaluada más a fondo este curso, España ha sacado 484 puntos, diez menos que la media de la OCDE y cinco menos que la UE. La mejoría respecto a 2009 es de un punto. En lectura, la nota es ligeramente superior, 488 puntos, frente a los 496 de la OCDE, los 489 de la UE y los 481 que obtuvo en 2009. Ciencias es la destreza que más ha mejorado. Los ocho puntos de subida dejan al país en 496, aunque todavía por debajo de la OCDE (501) y la UE (497).

2. Aumentan las desigualdades pero no mejora el resultado

Una de las mayores novedades de PISA 2012 –y no precisamente positiva– es que la equidad ha caído, según se han encargado de subrayar Zoido y Gomendio en repetidas ocasiones. Éste era uno de los puntos fuertes de España en anteriores ediciones: el sistema era ineficaz en cuanto a resultados, pero equitativo con los alumnos. Los argumentos para incidir en esta caída se basan en los datos. La OCDE considera “fundamental” la relación entre entorno socioeconómico y rendimiento, y en España los alumnos con un contexto favorecido superaron en Matemáticas a sus compañeros de orígenes humildes en 34 puntos, seis más que la diferencia registrada en 2003.

También han aumentado las diferencias entre chicos y chicas. Los varones superan a las féminas en 16 puntos, siete más que en 2003. Más inequidad, dice la OCDE. Además, aunque las diferencias entre centros son pequeñas (26 puntos entre los más favorecidos y los menos), la brecha entre compañeros se ha abierto, de 18 a 27 puntos en nueve años.

En una visión global, España ha pasado de ser un país con un “bajo rendimiento” pero equitativo a estar en el cuadrante de los que aúnan bajo rendimiento pero ni siquiera son equitativos, según PISA. Algunos expertos señalan, sin embargo, que un vistazo más exhaustivo a los datos ofrece un panorama menos desolador. Por ejemplo, si se descontara de los resultados el contexto económico y cultural de los alumnos (estandarizado en torno a un indicador llamado ESCS), “se produce una mejora de los resultados” y subiría bastantes posiciones en Matemáticas, según PISA.

3. Las diferencias entre CCAA tienen que ver con el nivel socioeconómico

Uno de los clásicos de PISA. Algunas comunidades autónomas se presentan con entidad propia para evaluar sus resultados. La diferencia entre las mejores y las peores es notable. Las mejor cualificadas se sitúan bastante por encima de la media. Son Navarra (517 puntos en Matemáticas), Castilla y León (509), País Vasco (505), Madrid (504) o La Rioja (503). En el otro extremo, las peores están por debajo, como le ocurre a Extremadura (461 puntos), Murcia (462) y Andalucía (472).

Gomendio ha afirmado que existe “una relación débil, pero una relación” entre el PIB per cápita y el rendimiento, hecho que explicaría a primera vista la clasificación de las CCAA. La diferencia entre Navarra y Extremadura, 56 puntos, equivale en términos de PISA a casi un curso académico y medio. La OCDE sostiene que “el 85% de las diferencias entre comunidades son atribuibles a diferencias socioeconómicas, mucho más que en cualquier otro país de la OCDE con datos disponibles”.

4. Más inversión no implica mejores resultados a partir de cierto nivel

La OCDE destaca de los resultados de España que se han producido “a pesar de haber incrementado en un 35% el gasto en educación desde 2003”. El analista Pablo Zoido y la secretaria de Estado de Educación –sobre todo esta última– han hecho especial hincapié en este aspecto. “A partir de un cierto nivel de inversión (situado en 50.000 dólares anuales por alumno), gastar no está relacionado con el rendimiento”, ha explicado Zoido. España está en 60.000 euros.

5. Hay menos alumnos excelentes y los mismos rezagados

Gomendio ha destacado el escaso número de escolares “excelentes”, uno de los argumentos que esgrime Educación a favor de la LOMCE. España sí está en la media de alumnos “rezagados” en Matemáticas (un 24% frente a un 23% de la media OCDE, cifras estables a lo largo de los años), aquellos que “como mucho pueden extraer la información relevante de una única fuente y pueden utilizar algoritmos, procedimientos o convenciones básicas para resolver problemas que incluyan números enteros”. Sin embargo, el número de los que sobresalen, “capaces de desarrollar modelos para situaciones complejas y trabajar de forma estratégica utilizando habilidades de pensamiento y razonamiento amplias”, es inferior (un 8% frente a un 13%).

6. La repetición es cara e ineficaz

Uno de cada tres escolares españoles ha repetido al menos un curso, cuatro puntos más que en 2003. Esta medida, tan común en España, se revela costosa e ineficaz a lo largo de los estudios. A la administración le cuesta 2.500 millones de euros y al alumno no le aporta casi nada. Además, está comprobado, dice la OCDE, que los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente son más propensos a repetir curso. Segregar a los estudiantes de esta manera “tiene incidencia en la equidad”, recuerda Zoido. Vuelta al mismo asunto.

7. Apuesta por la responsabilidad compartida y la rendición de cuentas

La OCDE destaca en PISA que uno de los elementos que más puede ayudar a mejorar los resultados educativos es dotar de mayor autonomía y responsabilidad “a la hora de diseñar el currículo y las evaluaciones” a los centros, “siempre que el sistema escolar, en su conjunto, tenga en marcha mecanismos de rendición de cuentas”. Esta afirmación va en línea con los propósitos de la LOMCE de establecer las reválidas, aunque Zoido ha declinado evaluar si en su conjunto la nueva norma sigue las indicaciones que realiza el informe PISA.

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