España prueba un nuevo modelo de acogida de refugiados con implicación civil

España se convertirá en uno de los primeros países de Europa en implantar el modelo de “patrocinio comunitario” para acoger refugiados con la implicación y organización de la sociedad civil gracias a una experiencia piloto que se pondrá en marcha en 2019 en cinco municipios del País Vasco.

La iniciativa, que arrancará con el acogimiento de unas cuatro o cinco familias, ha sido presentada hoy en una rueda de prensa en San Sebastián por el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández.

Fernández ha explicado que el proyecto piloto se pondrá en marcha en el primer semestre del próximo año mediante un convenio con el Gobierno central, Acnur, Cáritas de Euskadi y la Plataforma de Jesuitas del País Vasco.

España pasará a formar parte del grupo de países europeos pioneros en la acogida de refugiados mediante este modelo de “patrocinio comunitario” cuyo objetivo es complementar los programas estatales e incrementar el número de personas acogidas gracias a la implicación y organización de la sociedad civil.

De esta manera, ciudadanos, ONG, grupos sociales, entidades religiosas o autoridades locales se agrupan y se comprometen a ofrecer apoyo económico, emocional y social durante un período establecido, normalmente de un año.

Esta experiencia se basa en el “exitoso” modelo canadiense, que funciona desde hace cuatro décadas y que ha sido importado después por Brasil, Argentina, Reino Unido, Irlanda o Alemania, ha recordado Fernández.

En el caso del País Vasco, la iniciativa piloto arrancará con un “número abierto de veinte o treinta personas beneficiarias de protección internacional”, esto es, “cuatro o cinco familias”, seleccionadas en las misiones realizadas a Turquía y Jordania, mientas que los grupos de la sociedad civil contarán con el respaldo de Cártias y de la Plataforma de Jesuitas.

En cuanto al “patrocinio comunitario” que funciona en Canadá, Jonan Fernández ha explicado que un grupo de personas, integrado por amigos, familiares, compañeros de trabajo o colegas de profesión, pueden comunicar al Gobierno su decisión de acoger a “uno, cuatro o seis” refugiados.

El Ejecutivo solicita al grupo que demuestre su solvencia y recursos, por ejemplo, para alquilar un piso durante todo el período, asegurar la manutención u ofrecer apoyo para la enseñanza del idioma o formación. Los fondos pueden proceder de los propios interesados, de cuestaciones o de donaciones de empresas.

En España, serán cinco municipios vascos los que probarán en 2019 este modelo solidario a través del cual la sociedad asume una responsabilidad directa en la acogida e integración de los refugiados.