Estudiantes se manifestarán tras el ingreso policial a una universidad de Costa Rica

Estudiantes universitarios convocaron a una manifestación hoy para protestar contra el ingreso policial a la estatal Universidad de Costa Rica (UCR) ocurrido la noche del miércoles para detener manifestantes en el marco de una huelga contra una reforma tributaria.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica convocó a una concentración en la sede de San José y desde allí habrá una marcha hacia la Casa Presidencial, a la que se prevé se unan estudiantes de otras universidades públicas.

“Repudiamos la actitud del presidente Carlos Alvarado y su ministro de Seguridad, Michael Soto, al dar órdenes contra su propio pueblo y pedimos una rectificación ante nuestra comunidad universitaria de estas acciones autoritarias y ajenas a nuestra cultura política”, indicó la Federación en un comunicado.

Los hechos ocurrieron la noche del miércoles cuando policías de la Fuerza Pública ingresaron al campus de la UCR en San José para detener estudiantes que habían bloqueado una calle y que luego corrieron a refugiarse en la universidad, en el marco de una huelga contra la reforma tributaria que estudia el Congreso.

El rector de la UCR, Henning Jensen, dijo en la emisora Radio Universidad que los policías ingresaron de manera “abusiva” a las instalaciones y causaron daños en la facultad de arquitectura.

Los policías detuvieron a cuatro estudiantes, según las organizaciones estudiantiles.

Tanto el rector como la Federación de Estudiantes condenaron la acción policial, pues consideran que no están facultados para ingresar al campus debido a la autonomía universitaria de la que goza la entidad.

El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, anunció en sus redes sociales que investigará las acciones de la policía para “establecer responsabilidades” y afirmó que no permitirá violaciones a “la autonomía universitaria”.

El mandatario informó que conversó con el rector de la UCR, con quien acordó reunirse hoy en la Casa Presidencial.

Esta situación se presentó durante el tercer día de una huelga indefinida convocada por los sindicatos del sector público para rechazar una reforma tributaria que estudia el Congreso.

El presidente Alvarado dijo que está dispuesto al diálogo con la condición de que se deponga la huelga, mientras los sindicatos exigen el retiro de la reforma tributaria para sentarse a conversar.

Los grupos sindicales rechazan la reforma tributaria, ya que consideran que afectará en mayor medida a las clases medias y bajas, y particularmente a los trabajadores estatales, debido a que contiene reducciones en pluses salariales.

La reforma llamada Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, tiene como principal iniciativa la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento a un impuesto de valor agregado (IVA), con la misma tasa, pero que aumentará la cantidad de productos y servicios por gravar.

Según el Gobierno, el 60 por ciento del dinero que se recaudará con la reforma recaerá en el 10 por ciento de la población con mayores ingresos.

El proyecto también incluye la renta global y modificaciones al impuesto sobre la renta y la renta de capital, así como iniciativas para contener gastos.

El Gobierno ha dicho que el déficit fiscal proyectado al 7,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2018 y la deuda que superará el 50 por ciento del PIB, son las dos grandes amenazas para causar una crisis económica.