Hollande cree que la cumbre será un exito si se fija como tope una subida de 2 grados

El presidente francés, François Hollande, considera que para que la cumbre del clima (COP21) sea un éxito, el acuerdo que se logre debe fijar “una trayectoria” que evite un calentamiento global superior a los 2 grados centígrados para finales de siglo.

“Con un calentamiento de 2 a 3 grados, las catástrofes se multiplican. Por encima de los 4 grados, el planeta se sofocará”, advirtió Hollande en una entrevista publicada hoy por el periódico “20 Minutes”, coincidiendo con el plato fuerte de la COP21, la intervención de los más de 150 jefes de Estado y de Gobierno que han anunciado su presencia en París.

Hizo hincapié en que sumados los compromisos nacionales sobre reducción de emisiones de efecto invernadero (por ahora son 183) llevarían el calentamiento “sensiblemente por encima de los 2 grados centígrados” y eso “no es aceptable”.

A ese respecto, estimó que “es indispensable que los compromisos de los países se revisen periódicamente”.

También señaló que hay que conseguir “abundantes financiaciones para permitir inversiones en los países más vulnerables al cambio climático”.

El presidente francés, que hoy hace de anfitrión de la cumbre con los otros líderes, subrayó que si se fracasa en esta conferencia -que se va a prolongar hasta el 11 de diciembre- la responsabilidad será de “todos los países del mundo. Y en particular de los mayores emisores de dióxido de carbono (CO2)”.

Y por eso pidió que “en caso de fracaso no se olvide el nombre de los que habrían preferido esperar” para poner medidas que limiten el cambio climático.

“Es la suerte de la humanidad lo que está en la agenda de esta conferencia”, señaló en tono solemne, antes de recordar que con un calentamiento superior a los dos grados “la vida de nuestros hijos y de nuestros nietos será más difícil y más peligrosa”.

Así, auguró que estallarán conflictos a medida que se reduzcan las tierras cultivables y que se amplificarán las migraciones.

Hollande también utilizó el argumento de que “si queremos evitar que los fanatismos y los movimientos extremistas aprovechen la desesperanza provocada por las consecuencias del desajuste climático, tenemos que encontrar en París un acuerdo ambicioso y vinculante”.