Homenaje en memoria de los escolares alemanes muertos en vuelo de Germanwings

La ciudad de Haltern am See (oeste de Alemania) homenajeó hoy a las 150 víctimas del vuelo de Germanwings que hace tres años estrelló deliberadamente su copiloto, Andreas Lubitz, y entre las cuales se encontraba un grupo de escolares de esa población.

Exactamente a las 10.41 hora local, momento en que se estrelló el aparato en los Alpes franceses, se guardó un minuto de silencio en la plaza mayor, mientras ante el centro escolar donde estudiaban los jóvenes quedaron depositadas algunas velas y flores en memoria de los 16 escolares y dos maestras muertos en la tragedia.

Junto al minuto de silencio se recordó con un oficio ecuménico a los ocupantes del vuelo 4U9525 de la filial de Lufthansa, que cubría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf (Alemania) y del que no quedaron supervivientes.

Los estudiantes de Haltern am See, una ciudad de 37.000 habitantes del populoso estado federado de Renania del Norte-Westfalia, volaban de regreso a casa, tras haber participado en una estancia de intercambio con un centro escolar catalán.

La ceremonia de Haltern am See es el más destacado acto en Alemania en el tercer aniversario de la tragedia provocada por Lubitz, quien había estado bajo tratamiento psicoterapéutico por “tendencias suicidas” durante un largo periodo.

Las investigaciones llevadas a cabo tanto por la fiscalía francesa como por la alemana concluyeron que Lubitz estrelló deliberadamente el aparato, aunque la familia del copiloto de Germanwings considera estas conclusiones meras especulaciones.

La catástrofe no dejó supervivientes, pero los investigadores reconstruyeron lo ocurrido en los últimos minutos del vuelo, principalmente a partir de las grabaciones registradas por las cajas negras.

La Justicia francesa asumió la investigación sobre las circunstancias de la catástrofe, mientras que la de Düsseldorf abrió diligencias para tratar de establecer otras posibles responsabilidades en la tragedia, incluidas por parte de la compañía aérea.

De acuerdo con las conclusiones de ambas Fiscalías, Lubitz estrelló el aparato de Germanwings aprovechando la ausencia momentánea del piloto, al que bloqueó la puerta de acceso a la cabina tras quedarse solo en su interior.

Según se reveló tras la tragedia, Lubitz había pasado en los años anteriores por unas 40 consultas médicas por diversos trastornos psíquicos y depresiones, tenía tendencias suicidas y estaba el día de la catástrofe de baja médica, pero lo había ocultado a sus superiores.