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Letrinas flotantes dan alivio a aldeas lacustres en Camboya

Letrinas flotantes dan alivio a aldeas lacustres en Camboya

EFE

Chhnok Tru (Camboya) —

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Atardece en la aldea lacustre de Chhnok Tru, en el lago Tonle Sap, y los niños regresan en barca a sus casas desde la escuela, cuyas letrinas flotantes no contaminan el agua de la que la comunidad depende para cocinar y lavarse.

En la región central de Camboya, el Tonle Sap es la mayor reserva de agua dulce del Sudeste Asiático y el hogar de unas 100.000 personas que subsisten sin más terreno que el que construyen bajo sus pies y sin más recursos que los que pescan en el lago.

Pero la falta de retretes y sistemas de saneamiento también convierte estas aguas en el origen de todo tipo de enfermedades, que afectan sobretodo a los menores y empobrecen aun más estas precarias comunidades.

En respuesta a este problema, la empresa Wetlands Work (WW) se propone vender en aldeas del lago unas tres mil letrinas flotantes, que procesan los excrementos y reducen el número de patógenos hasta casi eliminar el riesgo al bañarse.

“El desecho va del inodoro a un depósito flotante estanco, donde los microorganismos lo descomponen y eliminan la mayoría de los olores”, explica la ingeniera de WW, Irina Chakraborty.

“Después, pasa a una pequeña piscina con plantas flotantes (nativas) donde los procesos biológicos purifican el agua antes de ser liberada al exterior”, añade.

Cada una cuesta 94 dólares, una cantidad respetable para unas familias que se cuentan entre las más pobres del país pero que, según Chakraborty, es menos de lo que gastan cada año para recibir atención médica.

“Si la madre tiene tres hijos y todos tienen que desplazarse, terminan gastando cientos de dólares en cada visita, y si es algo como disentería o más serio les cuesta muchísimo”, indica la ingeniera.

“Los hogares que permanecen sin acceso a letrinas tienden a ser los más marginados”, asegura Michel Dauguet, director del programa de saneamiento de la organización IDE, que señala la necesidad de asistencia financiera de estas familias con microcréditos o subsidios.

Según el Ministerio de Desarrollo Rural la mitad de los hogares del país dispone de retrete aunque es justamente en las comunidades flotantes del lago donde son más escasos.

El Tonle Sap también es donde son más recurrentes la diarrea o infecciones cutáneas y respiratorias, enfermedades responsables del 25 por ciento de las muertes de los niños menores de 5 años en 2013, según la Organización Mundial de la Salud.

Som Lun, jefe del comité escolar en uno de los diez colegios en los que WW ha donado retretes, vive desde hace treinta y cinco años en el lago y tiene dos hijas fuera de casa trabajando en fábricas textiles, donde el salario mínimo es de 128 dólares al mes.

“No sé si la salud de los niños mejorará con las letrinas”, admite Som Lun.

Chooeung Kimyeak, sexagenario que ocupa un cargo municipal en Chhnok Tru, tiene una letrina flotante instalada en su casa desde hace dos meses pero asegura que “no ha notado que sus familiares sufran menos vómitos y diarreas”.

“Uno de los problemas es que la gente no responde muy bien al argumento sanitario, porque no establecen una conexión entre defecar (en el agua) y enfermarse”, cuenta Chakraborty.

Por esta razón la empresa social ha escogido los colegios de las aldeas flotantes de las provincias de Kampong Chhnang y Battambang para concienciar a la comunidades y, a través de la experiencia y educación de los hijos, llegar a los padres.

Debido a que el agua es un recurso compartido, el esfuerzo sanitario tiene que ser de toda la comunidad, por lo que empresa espera que la concienciación incite la presión social en los pueblos.

“En lo que respecta a la salud de las personas, la calidad del agua tendrá que ser significativamente mejor, puede que se necesite que el ochenta por ciento o el noventa por ciento de los hogares tengan un inodoro”, explica el fundador de WW, Taber Hand.

Por Ricardo Pérez-Solero

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