La Marcha por el Clima pide al Gobierno que abrace las renovables

Medio millar de ecologistas se han sumado este domingo en Madrid a la Marcha global por el Clima, que ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que abrace la causa de las energías renovables y diga “no” al petróleo, las nucleares y la fractura hidráulica.

Así lo han manifestado portavoces de organizaciones como Greenpecae, WWF, Equo o Avaaz, tras recordar que hoy se celebran miles de marchas y acciones de protesta en todo el mundo, con la intención de lograr la mayor manifestación global contra el cambio climático de la historia.

Estas movilizaciones tienen lugar 48 horas antes de que los líderes mundiales acudan a la Cumbre Climática, auspiciada por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para intentar que los países se comprometan de verdad a presentar planes ambiciosos de reducción de emisiones.

Para Juan López Uralde, coportavoz de Equo, la situación a la que se ha llegado es “muy grave” y recientemente se ha batido el récord de concentración de CO2 en la atmósfera. Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, ha defendido que es fundamental que la Unión Europa adopte objetivos más ambiciosos y obligue, entre otras medidas, a los estados miembros a reducir sus emisiones en un 50 % de aquí al 2030.

Junto a las citadas ONG, han respaldado el acto de Madrid Ecologistas en Acción, Plataforma Nuevo Modelo Energético, CECU, Coalición Clima, Amigos de la Tierra, SEO/Birdlife, Inspiraction, y Alianza por la Solidaridad.

Contra la pasividad política

En el manifiesto que han leído se califica la pasividad política ante este problema de “escandalosa”, y se considera que es una actitud que “sólo puede responder al sometimiento del poder político a los grandes lobbies de los combustibles fósiles”.

Los concentrados han lucido un corazón verde pintado en la cara, como símbolo de su amor por un planeta verde, así como globos y camisetas del mismo color.

A quince meses de la Cumbre de París, el citado encuentro de Naciones Unidas está diseñado para sentar las bases que posibiliten acciones nacionales e internacionales dirigidas a combatir el cambio climático, y para abordar un nuevo tratado global que deberá finalizarse en la capital francesa.

Los convocantes consideran que el cambio climático se acerca a “un punto de no retorno”, y que el planeta sufre un estado febril ante el que es urgente tomar las medidas adecuadas.

La declaración firmada por colectivos y organizaciones de todo el mundo, que ya se han superado los dos millones de firmas a nivel global, denuncia que se haya convertido la naturaleza en un mercado de compra venta y recurrir ciegamente a soluciones tecnológicas.