La décima Marcha por la Diversidad en Uruguay pide más presupuesto para Educación

La décima Marcha por la Diversidad en Uruguay ocupó hoy la principal avenida de Montevideo con los colores del arcoiris y reclamó más presupuesto a la Educación del país, en el marco de los paros convocados por docentes y estudiantes las últimas semanas.

“Educar en diversidad es tener docentes formados y comprometidos con hablar sobre homofobia, racismo y discriminación. Es tener un presupuesto digno en la educación porque para educar en diversidad se necesita invertir. Solo hay una educación con calidad cuando se tiene presupuesto”, proclamó Josefina González, de la organización.

En el marco de la consigna de la marcha de 2015, “10 años de alegría y rebeldía, ahora eduquemos en diversidad”, la proclama se manifestó a favor de los paros de las ultimas semanas convocados por gremios de docentes y de estudiantes para reclamar que el 6 % de Producto Interno Bruto (PBI) sea destinado a la educación.

Además, repudió la acción de la Policía en el desalojo de una ocupación promovida por alumnos de secundaria a la sede del órgano rector de la educación pública el pasado martes, que resultó en decenas de heridos y detenidos, y también el decreto de “esencialidad” por parte del Gobierno en el intento de contener la huelga en la enseñanza el pasado mes.

La marcha festejó la diversidad y celebró un decenio desde que la manifestación cambió de nombre, dejando de limitarse al orgullo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) y promoviendo la inclusión de diferentes sectores de la población.

En ese sentido, la convocatoria hizo especial hincapié de que no se trata solo de respetar a las distintas orientaciones sexuales, sino también las religiosas, culturales, étnicas y sociales.

“Somos lesbianas, gays, afrodescendientes, trans, personas con discapacidad, somos adultos mayores, somos feministas, somos jóvenes, somos estudiantes, somos trabajadores y trabajadoras y juntas estamos cambiando el país”, proclamó Magdalena Bessonart, integrante del colectivo Ovejas Negras, principal referencia del movimiento LGBT en el país.

“Hoy estamos aquí reunidas para decir una vez más que somos parte de esta sociedad, que la sociedad nos enriquece, que la diversidad es parte central de la democracia”, completó.

Los colores del arcoiris no solo estampaban banderas a lo largo de una docena de manzanas por el trayecto de la fiesta callejera, sino también que adornaban los edificios a través de luces implantadas especialmente para esta edición, que contó también con fuegos de artificios además de la tradicional alegría.

Según las estimaciones de los organizadores de la marcha, este año la adhesión superó a las movilizaciones anteriores y reunió a cerca de 50.000 personas por la céntrica avenida 18 de julio desde la emblemática Plaza Independencia.