Marchas y turismo en un Día del Trabajo solidario por el terremoto en Ecuador

Marchas sindicales y viajes especiales de turismo marcaron hoy el Día del Trabajo en Ecuador, declarado “solidario” con los miles de damnificados por el terremoto que asoló parte de la costa norte del país el pasado 16 de abril.

Los sindicatos de oposición convocaron a manifestaciones y festivales artísticos en varias ciudades, mientras el oficialismo pidió a la población visitar las zonas afectadas por el sismo, con el fin de reanimar la economía de las poblaciones devastadas.

Todos involucrados con el sentimiento de solidaridad con los damnificados de las provincia costeras afectadas por el terremoto, especialmente las de Manabí y Esmeraldas, las más castigadas por la sacudida.

Del aeropuerto de Quito salieron vuelos especiales con pasajeros dispuestos a ir a Manabí para ayudar a los miles de afectados que, con apoyo de instituciones públicas y privadas, levantaron negocios, especialmente de venta de comida, para recibir a los visitantes.

Las carreteras, algunas maltrechas, soportaron el trajín de los vehículos hacia las zonas afectadas, atendiendo al llamado que hiciera el presidente del país, Rafael Correa, de acudir hoy a la región para ayudar en la reactivación de la asolada economía.

Además, el oficialismo llamó a un jornada de trabajo voluntario en las zonas afectadas, donde muchas personas tomaron brochas y escobas para ayudar en la limpieza de barrios afectados por el sismo.

Los sindicatos también expresado su solidaridad y en las movilizaciones se han recogido donaciones para los afectados, una tarea que no ha cesado en todo el país desde el día después de la tragedia en la costa norte.

“Disculpen hermanos por no estar allá”, rezaba una pancarta en la marcha sindical en Quito y otra advertía de otro “terremoto” en la economía nacional causada por el Gobierno.

“Presupuesto para la reconstrucción y no para la corrupción”, añadía otro letrero en referencia a las exigencias de la oposición para que el Gobierno deposite las donaciones y préstamos internacionales para reanimar las zonas afectadas en un fideicomiso financiero.

Los sindicatos también se quejaron del aumento del desempleo, de la carestía de la vida y solicitaron mejoras salariales durante la movilización por las calles del centro de Quito, bajo la custodia de un fuerte contingente policial.