Melilla celebra la fiesta del sacrificio con un “éxodo masivo” a Marruecos

Melilla celebra hoy la fiesta del sacrificio sin corderos de Marruecos, lo que ha provocado un “éxodo masivo” de muchos musulmanes al país vecino para cumplir allí con el rito, según la Comisión Islámica de la ciudad.

La Pascua Grande musulmana o Aid El Kebir, festivo en Melilla, conmemora el pasaje del Corán en el que Abraham recibe del cielo un cordero para no tener que sacrificar a su hijo como pretendía en un acto de obediencia a Alá.

“Muchos musulmanes tienen que abandonar su patria y celebrar la fiesta más emblemática de su credo fuera de la ciudad”, ha lamentado el presidente de la Comisión Islámica de Melilla, Dris Mohamed, en declaraciones a los periodistas.

El paso de corderos desde Marruecos a Melilla, ya que muchos musulmanes de la ciudad prefieren los de este país, estaba autorizado desde julio solo para esta celebración, mediante una excepción temporal ya que la normativa europea de prevención de la fiebre aftosa es muy restrictiva a la entrada del ganado.

Sin embargo, una plataforma de la que forman parte entidades como la Comisión Islámica ha denunciado con una campaña de movilizaciones a lo largo del mes pasado que la Delegación del Gobierno en Melilla y el Ejecutivo de la ciudad, del PP, han impuesto unas condiciones que hacían inviable la entrada de ganado marroquí.

Mohamed ha calificado de “vejación” las condiciones establecidas y ha anunciado que habrá nuevas protestas cuando pase la fiesta.

El imán que ha dirigido el rezo, Mohamed Bachaud, ha abogado por que haya “más entendimiento” en la ciudad, para que esta fiesta no se vuelva a celebrar “en un ambiente crispado, triste”.

En su intervención final ante los fieles, el imán ha lamentado que muchos creyentes hayan tenido que irse a Marruecos o celebrar el rito en Melilla “con un animal impuesto”.

La jornada festiva ha comenzado con un rezo colectivo en una explanada junto al cuartel de la Legión, a las afueras de la ciudad, que ha congregado a unos 4.000 fieles, la mitad de lo esperado en una ciudad de unos 86.000 habitantes, muchos de ellos musulmanes.

Muchos han optado por cruzar la frontera a Marruecos para celebrar allí el rito del sacrificio, al considerar que los corderos traídos a Melilla en barco desde la península son menos apropiados que los del país vecino para celebrar esta tradición.

No obstante, otros sí han comprado las reses de la península y han acudido a sacrificarlas en el matadero municipal o en carpas instaladas por la ciudad, aunque el comentario generalizado por los barrios era que muchos han preferido cumplir el rito en Marruecos.

Una vez sacrificado el animal, las familias se reúnen en casa para celebrar una comida especial.

La Delegación del Gobierno y el Ejecutivo de la ciudad han culpado a la plataforma, en especial a uno de sus integrantes, Coalición por Melilla, principal partido de la oposición, al entender que ha boicoteado la entrada de reses desde Marruecos por intereses políticos.