Militares de la UME ayudarán a extraer el camalote del río Guadiana

El Plan Estratégico para la eliminación del camalote del río Guadiana, que contempla la participación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) a partir de mediados de octubre, abarcará un ámbito de actuación de 630 kilómetros de ribera fluvial sobre 150 kilómetros de río “infectados” de esta planta exótica invasora.

De hecho, este plan propone actuar en dos vertientes: de arriba abajo en el tramo que sigue a la desembocadura del río Zújar, en la zona norte del municipio pacense de Medellín, y en la zona próxima al río Caya, en la zona fluvial urbana de Badajoz próxima a la frontera con Portugal.

Esta estrategia, que tiene como objetivo limpiar y extraer camalote de unas 400 hectáreas de superficie, pues esta planta crece en la superficie fluvial, ha sido presentada hoy en rueda de prensa por la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, y el jefe del Ejecutivo regional, Guillermo Fernández Vara.

Previamente, García Seco y Vara han mantenido una reunión de trabajo en Mérida a la que han asistido también representantes de los Ministerios de Interior y Defensa, la UME, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y la Consejería de Medioambiente.

Según ha explicado la delegada del Gobierno, el citado plan de limpieza y extracción, pues “la erradicación total -ha dicho- es muy complicada”, contempla cuatro fases, la primera de ellas dirigida a la extracción en verde y se desarrollará de octubre a febrero en los dos tramos ya citados.

Según las previsiones, alrededor de 280 personas trabajarán en una primera fase, de ellas 120 militares de la UME, 64 de la empresa Tragsa y unas cien personas de nueva contratación.

El río se limpiará de arriba abajo, ya que las semillas y restos de la planta se arrastran en el sentido de la corriente fluvial. Por ello, la retirada empezará en el tramo alto (zona de Medellín) a la vez que se sitúan barreras antirremonte.

Paralelamente se trabajará en el tramo fluvial más próximo a Portugal.

García Seco ha manifestado que los dos organismos de cuenca del Guadiana -español y portugués- mantienen contactos permanentes sobre esta problemática. De hecho, Vara ha anunciado que el camalote será abordado en la próxima Cumbre Hispano-lusa, que se celebrará el próximo mes de noviembre.

En la citada primera fase también está previsto, una vez finalice la época de riego, vaciar el embalse de Montijo para acometer tareas de limpieza y mantenimiento del mismo.

Una segunda fase, denominada “extracción en pardo”, se llevará a cabo una vez que la planta ralentiza su crecimiento hasta que se eliminen las manchas y grandes acumulaciones en las barreras de contención.

De forma casi simultánea se actuará desde aguas arriba hacia la frontera lusa en zonas de orillas para prevenir el crecimiento posterior, rebuscando y retirando la planta sujeta en las riberas.

Las labores de vigilancia constante y de alerta temprana cierran el plan estratégico, cuyo diseño divide la zona de trabajo en 11 tramos diferentes del Guadiana.