El Observatorio urge implantar ya medidas de protección a mujeres maltratadas

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha urgido hoy a implantar medidas de protección a las víctimas como imponer la libertad vigilada a los agresores, actualizar los dispositivos de seguimiento o endurecer las consecuencias de quebrantar una orden de alejamiento.

Así lo ha subrayado en declaraciones a Efe la presidenta del Observatorio, la vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Ángeles Carmona, después del caso de la mujer de 28 años de Elda (Alicante) asesinada a tiros el pasado miércoles por su expareja mientras recogía a su hijo del colegio.

Un caso que “hiela la sangre” porque la víctima había denunciado hasta en tres ocasiones -la última el pasado día 2- a su verdugo, sobre el que pesaba una orden de alejamiento dictada por el Juzgado de Instrucción 3 de Novelda que le impedía acercarse a menos de 300 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio.

“Todos los asesinatos son fallos del sistema, pero cuando una mujer se ha arriesgado a poner el pie en cualquier institución para denunciar su caso, no podemos permitir que muera asesinada”, ha destacado Carmona para lamentar que el asesino de Elda no pueda ser condenado, puesto que se suicidó tras perpetrar el crimen.

Por ello, ha hecho un llamamiento a todas las instituciones implicadas en el pacto de Estado aprobado el pasado 28 de septiembre a que mejoren las redes de protección de la víctima, que pasa por la imposición de la libertad vigilada a los agresores en los momentos más delicados, como cuando se dicta sentencia condenatoria.

Además, considera esencial actualizar los dispositivos de seguimiento de los maltratadores porque “están obsoletos”, especialmente en las zonas rurales o pequeñas poblaciones.

Y también introducir mecanismos para que los quebrantamientos de una orden de alejamiento tengan “consecuencias más graves”, así como que en los tiempos de ejecución de una condena las medidas de alejamiento u otras que se puedan establecer sean inmediatas, aunque la sentencia no sea firme.

Con todo, Carmona ha llamado a todas las víctimas a denunciar “al primer síntoma de maltrato” porque solo así se podrá cortar “esa oleada de violencia” que puede degenerar en el asesinato y evitar que los agresores “queden impunes”.

Pero aunque el de la mujer de Elda “nos pueda escandalizar” por su trágico final, lo cierto es que “la reiterada denuncia y la escasez de respuesta por parte de la Justicia es una realidad con la que viven muchas de las mujeres que denuncian”, ha advertido la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto.

En este sentido, ha recordado que son muchas las víctimas que “conviven con una amenaza similar y que a pesar de buscar una protección, no la encuentran”, lo cual pone el foco en la falta de incidencia que tienen las medidas cautelares, en su mayoría órdenes de alejamiento.

“Cualquiera que conozca el itinerario de esta mujer, con tres denuncias y amenazas graves, no se puede explicar cómo no se había activado ningún protocolo”, ha censurado Soleto, que lo achaca a la “lentitud de la Justicia”, pero sobre todo “al hecho de que se infravalorara el riesgo en el que viven muchas víctimas de la violencia de género”.

De ahí que haya insistido en la necesidad de “incidir en la credibilidad de los testimonios de las víctimas”, que no siempre se valoran como reflejo “fiel del riesgo en el que están”.

La violencia machista se ha llevado por delante la vida de 44 mujeres en lo que va de año, las mismas que en todo 2016, de las que 9 habían denunciado y 5 tenían medidas de protección en vigor. Hay además otros tres casos en investigación.

Además, otros siete menores han sido asesinados, la cifra más alta desde 2013, año en que empezaron a contabilizarse.