Pierde fuerza el incendio que amenazó ayer a tres pueblos del Bierzo (León)

El incendio que ayer puso en jaque a las poblaciones de Fresnedelo, San Pedro de Paradela y Argayo, en el Bierzo (León), ha sido rebajado de nivel uno a cero de peligrosidad (en una escala ascendente de 0 a 3) y se espera que las lluvias puedan desactivarlo en esta jornada.

El fuego, al parecer intencionado, ha dejado sin agua a pedanías cercanas como Lillo y Otero (Fabero), y en Bárcena de la Abadía, donde se inició el foco, no hay luz.

Las llamas del incendio alcanzaron anoche cinco edificaciones en la localidad de San Pedro de Paradela: eran pajares y casas viejas excepto la vivienda de un agricultor, que ha perdido su casa, un tractor y una moto, aunque antes de que llegara el fuego pudieron sacar a los animales. El fuego llegó a los muros de otras casas habitadas, aunque finalmente la situación de peligro remitió.

La alcaldesa de Fabero, María Paz Martínez, ha sostenido, en declaraciones hoy a Efe, que el incendio fue intencionado, ya que “comenzó en tres zonas distintas y con una intencionalidad clara”. Ha precisado que los pirómanos aprovecharon un cortafuegos efectuado en los días pasados para iniciar las llamas.

El viento ayudó a que el fuego se desbordara y fuera declarado ayer de nivel 2, por lo que se unió a las labores de extinción la Unidad Militar de Emergencias.

Las llamas pusieron en jaque a las poblaciones de San Pedro de Paradela (Fabero) y a Fresnedelo (Peranzanes), a las que durante horas no se pudo acceder. De estos dos pueblos y de Argayo del Sil, en los que viven unas 120 personas, fueron desalojados una veintena de vecinos.

Estas personas abandonaron a toda prisa sus casas debido a la proximidad de las llamas, mientras el fuego cortaba la línea telefónica y la carretera a Fornela (Peranzanes).

Además de la UME, diversos medios aéreos y terrestres de la Junta de Castilla y León se desplazaron al lugar para tratar de controlar este incendio, que ha afectado principalmente a matorral y arbolado.