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El incendio mantiene cuatro frentes activos mientras se siguen buscando víctimas

EFE

Avelar/Lisboa —

Más de 2.000 efectivos continúan luchando contra el incendio que arrasa el centro de Portugal, que aún mantiene cuatro frentes activos y se ha saldado hasta el momento con 63 muertos y 135 heridos.

El fuego, que se inició el sábado por la tarde en el municipio de Pedrógao Grande, en el distrito de Leiria, se ha extendido también a Castelo Branco y Coimbra, donde Protección Civil continúa buscando víctimas mortales y heridos.

Según el último balance ofrecido por la ministra de Administración Interna, el número de víctimas mortales ha subido a 63 tras el fallecimiento de un bombero que permanecía ingresado en estado muy grave.

Los efectivos terrestres aún no han logrado acceder a algunas aldeas cercadas por el fuego, y la baja visibilidad ha dificultado el trabajo de los medios aéreos, especialmente durante las primeras horas del día.

“Los medios aéreos -entre ellos los internacionales- no tienen condiciones de seguridad para entrar en las zonas, no tienen visibilidad”, ha declarado a los periodistas el comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil lusos, Elíseo Oliveira, que ha reconocido que hay varios focos activos en puntos de difícil acceso.

Las condiciones meteorológicas, con temperaturas que rondan los 38 grados y fuertes vientos, dificultan las tareas para sofocar las llamas, que recaen ahora en unos 2.000 efectivos -100 de ellos españoles-.

“Es necesario llegar a todo el territorio para ver si hay más víctimas en las pequeñas aldeas” repartidas por la Sierra de Lousã y la cuenca del río Zezere, ha indicado Rui Rocha, alcalde de la localidad de Ansião, una de las zonas afectadas por las llamas.

Según Oliveira, resulta “difícil” avanzar por la diversidad de los numerosos focos activos. “Hay muchas y diversas líneas de fuego con características diferentes”, ha explicado el comandante, que ha destacado que llevará tiempo acceder a las aldeas a las que aún no se ha podido llegar debido a la falta de “condiciones de seguridad” propicias.

Por el momento solo permanece cortada al tráfico una carretera nacional, la 236, en tanto que el resto de la circulación en la zona se realiza sin restricciones.

La causa, el impacto de un rayo contra un árbol

La versión que manejan las autoridades lusas, que han descartado cualquier “intencionalidad”, apunta a que el fuego se inició por el impacto de un rayo en un árbol seco en la tarde del sábado. Las altas temperaturas y los fuertes vientos ayudaron a propagar las llamas.

A pesar de que los portugueses están acostumbrados a la presencia de incendios durante el verano -es el país de la Unión Europea más afectado por las llamas en este siglo-, la magnitud de esta tragedia ha sobrecogido a la población.

Muchos siguen sin entender cómo el fuego pudo expandirse con tanta rapidez principalmente en torno a la carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, donde treinta personas murieron atrapadas dentro de sus vehículos.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha apelado desde el centro de operaciones instalado en localidad de Avelar a concentrar todos los esfuerzos en combatir el fuego en vez de discutir las causas y las posibles responsabilidades que puede acarrear la tragedia, por la que se han decretado tres días de luto nacional.

“La prioridad ahora es combatir el incendio y apoyar a las víctimas y a las familias”, ha señalado el jefe del Estado luso, que añadido que “después tendremos todo el tiempo del mundo” para debatir sobre el resto de asuntos.

Ayudas

Entretanto, las muestras de solidaridad se han multiplicado en todo el país, donde los ciudadanos han abierto las puertas de su casa para acoger a las decenas de personas desalojadas o que han perdido a algún familiar.

Además, las víctimas están recibiendo apoyo psicológico por parte de una treintena de técnicos repartidos por las zonas afectadas.

Los portugueses también se han lanzado a proporcionar ayuda a las víctimas a través de cuentas bancarias solidarias o de donaciones. Tan sólo unas 48 horas después de que se iniciase el incendio, las autoridades se vieron obligadas a solicitar que se detuviera el envío de alimentos a la zona debido a un “exceso” de comida.

Otros países también han ofrecido su ayuda al pueblo portugués. España envío el domingo a primera hora de la mañana dos aviones Canadair, a los que posteriormente se han sumado otras dos aeronaves del mismo modelo, dos anfibios Air Tractor, cien militares de la Unidad Militar de Emergencias con diecinueve vehículos y 25 bomberos del Equipo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid.

A través del mecanismo de protección de la Unión Europea (UE), Francia e Italia también han enviado recursos aéreos a la zona.

30 personas muertas en sus vehículos

Las vías, rodeadas de vegetación, han sido el epicentro de una tragedia “como no se recuerda” en el país, dijo el primer ministro portugués, António Costa, desde el puesto de control que las autoridades han instalado en Pedrógrão Grande para seguir las novedades.

Los servicios de rescate localizaban este domingo el centro de la tragedia en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, donde treinta personas murieron en sus vehículos.

Había entre ellas “familias enteras”, según ha dicho en una de sus declaraciones a la prensa el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes, que describe un “escenario horrible” en el que decenas de personas se vieron atrapadas en una carretera rodeada por las llamas.

Otras 17 personas han perecido en los márgenes de las vías, en tanto que 10 más fallecieron en el “entorno rural” que rodea a estas carreteras.

Entre los heridos, cuatro se encuentran en estado grave, y se tiene constancia de la destrucción de varias viviendas cercanas.

Llamamiento a la unidad del presidente de la República

En Portugal, donde son frecuentes los incendios durante el verano, el suceso ha tenido un inmenso impacto entre la población, que no entiende cómo las llamas han podido alcanzar semejante envergadura.

Su presidente , Marcelo Rebelo de Sousa, ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los portugueses, a la solidaridad y a “proseguir el combate en curso” contra el devastador incendio.

“Concentremos ahora nuestra voluntad en lo esencial, proseguir el combate en curso”, dijo el presidente en un mensaje televisado dirigido a la nación.

“Nuestro dolor en este momento no tiene medida, como no tiene medida nuestra solidaridad”, añadió, tras transmitir su “ilimitada gratitud” e “incondicional apoyo” a los numerosos bomberos, efectivos de protección civil, policías y autoridades que trabajan para frenar el avance de las llamas y dar respuesta a las necesidades de los afectados.

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