Las Reales Academias urgen a un pacto de Estado contra los vaivenes en educación

Las nueve Reales Academias integradas en la Junta Rectora del Instituto de España han presentado hoy un manifiesto en favor de un pacto de Estado por la educación, para proteger un área tan sensible y tan fundamental en el desarrollo del país ante reformas motivadas por cambios políticos.

“Llevamos casi medio siglo de reformas sucesivas, tanto en los niveles de primaria y secundaria como en los superiores, que desafortunadamente no han dado todos los resultados positivos que serían de esperar. En lo que se refiere a la universidad, es preocupante la creciente burocratización de la docencia y la actividad investigadora”, reza el escrito, presentado hoy.

El presidente del Instituto de España y de la Real Academia Nacional de Medicina, Joaquín Poch, ha destacado en rueda de prensa que se trata de una medida inusual ya que el Instituto no suele pronunciarse públicamente, pero esta vez ha decidido hacerlo “por las especiales circunstancias del país”, que hacen necesarios “muchos pactos de Estado respecto a cuestiones básicas”, si bien la “inaplazable y fundamental” es la relativa a la educación.

Se trata de mantenerla “a salvo de las contingencias políticas e ideológicas marcadas por cada legislatura”, de garantizar una continuidad de los programas educativos, de acordar unos parámetros de “calidad de los contenidos y calidad y selección del profesorado”, ha destacado Poch, quien también ha reclamado que la sociedad debe ser consciente de que la educación “comienza en la familia”.

El manifiesto no se dirige a ningún partido político ni al Gobierno en funciones sino a la sociedad, y tampoco ataca la actual ley educativa, la LOMCE, han aclarado.

“Queremos que haya un consenso básico en cuestiones educativas, que no sea todo un permanente vuelco, como ocurre en los países de la Europa occidental, que tienen criterios comunes en cuestiones como educación y política exterior”, ha manifestado el vicepresidente del Instituto de España y presidente de la Real Academia de Jurisprudencia, José Antonio Escudero.

Así se conseguirá mejorar una situación “nada boyante” como demuestran diversos informes internacionales, que hablan de un índice de fracaso escolar del 20 % y de un nivel de competencia del alumnado español de Secundaria más cercano “a Grecia que a Alemania, Suecia o Inglaterra”, ha lamentado Juan Velarde, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Velarde ha defendido una formación básica que toque desde las ciencias a la economía y los idiomas para evitar que, como le ocurrió hace poco impartiendo clases a alumnos de tercero de una facultad ninguno supiese resolver una ecuación diferencial que él aprendió “en séptimo de Bachillerato con el Plan del 34”.

El presidente de la Real Academia Nacional de Farmacia, Mariano Esteban, ha destacado que “el progreso de un país está en su capacidad de crear e innovar” y que frente a una educación “muy desigual en general” abogan por tener una “homogénea y de calidad” para permitir que España sea un país tan altamente competitivo como Corea, “que ha apostado por la educación desde la base”.

También, ha dicho Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, con una mejor educación se evitarían lacras sociales como la corrupción, que ha achacado a “un fallo de educación, sobre todo en humanística”.

En el manifiesto, la Junta Rectoral del Instituto de España considera “inconcebible” que una de las prioridades del sistema educativo no sea “la propia educación por la ciudadanía o como se quiera denominar, que comprende desde la antigua urbanidad hasta el estudio constitucional de nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos españoles y europeos”.

En el mismo nivel de importancia sitúan el lenguaje del país, de la comunidad y al menos una lengua extranjera; las matemáticas, el conocimiento de mundo natural y de sus leyes fisicoquímicas y su equilibrio biológico, anatomía y fisiología, las nuevas tecnologías, cultura, geografía e historia.