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Rita Bosaho: “A mí me ha costado más llegar aquí que a mis compañeras blancas”

Rita Bosaho fue la primera diputada negra de España, y hoy ocupa un cargo en el Gobierno desde el que aspira a ganar la batalla al racismo; pero en este camino por las instituciones ha sentido "la colonialidad del poder" en su cuerpo, que le ha puesto las cosas aún más difíciles que a sus compañeras blancas."Las mujeres racializadas tenemos un plus de discriminación añadido, obviamente", asegura tajante Rita Bosaho en una entrevista con Efe. Un plus que en realidad es triple, ya que sufren la opresión de género, que comparten con el resto, la de raza y la de clase.

EFE

Madrid —

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Fue la primera diputada negra de España, y hoy ocupa un cargo en el Gobierno desde el que aspira a ganar la batalla al racismo; pero en este camino por las instituciones, Rita Bosaho ha sentido “la colonialidad del poder” en su cuerpo, que le ha puesto las cosas aún más difíciles que a sus compañeras blancas.

“Las mujeres racializadas tenemos un plus de discriminación añadido, obviamente”, asegura tajante Rita Bosaho en una entrevista con Efe. Un plus que en realidad es triple, ya que sufren la opresión de género, que comparten con el resto, la de raza y la de clase.

Se convierten así en la diana del machismo y el racismo. “No me gusta ponerme como ejemplo, pero me ha pasado, a mí y a casi todas mis compañeras racializadas, el estar en una parada esperando un taxi y que alguien te pregunte cuánto cobras. Eso es machismo y es racismo”, sostiene.

De la misma forma, las mujeres no blancas quedan relegadas a las tareas de los cuidados y de la limpieza: “Da la sensación de que es el único lugar en el que podemos situarnos”, censura la recién nombrada directora general de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad.

Y “no, no hay racismo al revés”, enfatiza, negando así las voces críticas con su nombramiento que consideraron que su elección tras la renuncia de Alba González a ocupar el cargo era racista con los blancos.

En España, dice, “es complicado hablar de racismo”, como también lo es dar visibilidad a este colectivo porque aún no se han celebrado “debates claros” sobre las relaciones que nuestro país ha tenido con su comunidad racializada, por ejemplo la procedente del norte de África.

Aunque poco a poco, ya van surgiendo nombres de feministas antirracistas o publicaciones que prefiere no citar para no olvidarse de ninguna.

Igualmente, cree que nuestro país es un “lugar difícil” para las mujeres migrantes, especialmente las que están en situación irregular. “Cuando llegan aquí, son abocadas a una situación de vulnerabilidad sobrevenida que les genera situaciones complicadas para desarrollar sus propias vidas”, a menos -puntualiza- que alcancen el estatuto de refugiadas.

Se da el caso además de que la extrema derecha se ha hecho un hueco en el Parlamento, “algo que hace unos años era impensable”, y a las personas “intolerantes se las está reconociendo con rostro y voz”, lo que ha dado lugar a un escenario político de “gran perversión por parte de la xenofobia y el racismo”.

En general, cree que el discurso humanitario inicial de la comunidad europea “necesita una buena revisión y volver a colocar los derechos humanos en el centro de las decisiones políticas”.

No obstante, el primer Ejecutivo de coalición de la historia de la democracia es, afirma rotunda, “respetuoso con los derechos humanos”.

Así, sobre las devoluciones en caliente que hace poco recibieron el respaldo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), se remite a las palabras de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que “dijo con claridad que este Gobierno no las avala”.

Nacida en Guinea Ecuatorial en 1965, Rita Bosaho, licenciada en Historia y con un máster en la Europa Contemporánea, lleva más de 30 años residiendo en España. Conocida en Alicante por su activismo social en la Plataforma Feminista de la ciudad o en la ONG Proyecto Cultura y Solidaridad, saltó a la palestra en el resto del país cuando logró un escaño para Podemos en 2015.

“Como mujer racializada, he sentido la colonialidad del poder encima de mi cuerpo durante el tiempo que he caminado por las instituciones. Así de claro”, zanja.

De ahí su convencimiento de que el feminismo deba arbitrar “un discurso antirracista”, pero “sin ninguna imposición, sino siempre acompañadas del diálogo suficiente para que nos entendamos porque, al fin y al cabo, lo que estamos es tratando de luchar contra todo tipo de opresiones”.

“No estamos separadas del feminismo hegemónico, simplemente buscamos momentos de diálogo específicos y luchamos en la misma senda, siempre y cuando nos escuche atentamente”, afirma Bosaho para añadir: “El feminismo surgió ante muchas polémicas encendidas, pero de mucho diálogo también. Las feministas hegemónicas están entendiendo los marcos desde los que hablamos las racializadas”.

El feminismo, añade, “siempre ha resuelto los debates con consensos”, y confía que así sea con el surgido en torno a las mujeres trans, que ha supuesto la expulsión del Partido Feminista de IU por sus posiciones contrarias a la ley LGTBI. Ella lo tiene claro: “Las mujeres trans son mujeres”.

Desde la Dirección General que ahora lidera, pretende que este año se tramite la ley de igualdad y trato y no discriminación, que ya la legislatura pasada recibió un gran respaldo de casi todos los grupos, que quiere reconocer la diversidad étnico-racial desde una perspectiva interseccional.

Aquel texto base inicial propuesto por el PSOE “es un buen texto porque así lo han consensuado las organizaciones que lo han trabajado, el propio PSOE y la antigua dirección de Ignacio Sola, que se empeñó mucho en esta ley. Hay un consenso generalizado sobre ella”.

Bosaho pretende también reforzar el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial, un órgano que realiza una importante labor en materia de formación y sensibilización de la sociedad y de la propia administración del Estado: “Queremos profundizar en esta tarea dotándonos de herramientas que nos permitan luchar de forma global contra el machismo, el racismo y la xenofobia”, anhela.

Todo ello adecuando su labor a la normativa internacional como la Declaración de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Xenofobia, la Discriminación Racial y las Formas Conexas, el Convenio de Estambul y el Decenio Internacional para Afrodescendientes.

Mientras eso llega, Bosaho desea que mañana se produzca “una enorme participación”. “Estamos en un buen momento. El feminismo ha caminado de una manera contundente, tiene muchísima fuerza, no solo la de las feministas de antaño, sino la de muchísima gente joven que es la que le está dando una gran vida actualmente”.

“Ahí estaremos para reivindicar los derechos que seguimos sin tener la mitad de la humanidad”, concluye.

Adaya González

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