Sanitarios piden una ley para reducir los riesgos al manipular fármacos peligrosos

Los profesionales sanitarios han pedido hoy una regulación nacional y europea, de obligado cumplimento, que regule las medidas necesarias para fomentar la seguridad de los encargados de manipular y administrar los 213 principios activos de medicamentos peligrosos que hay en España.

Además, han reclamado también un procedimiento europeo de valoración de riesgo y, sobre todo, que la información del nivel de riesgo de estos fármacos aparezca en sus fichas y datos técnicos.

Esa es una de las peticiones que han planteado hoy en rueda de prensa expertos en enfermería, farmacia hospitalaria y riesgos laborales que participan en la jornada sobre “Manipulación de Fármacos Peligrosos”.

Una actividad en la que están especialmente involucrados estos profesionales, que se exponen a diario a los riesgos de manipular y administrar estos medicamentos, y que a veces sufren accidentes, como el que tuvo Ángeles Peñuelas, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO).

Peñuelas tuvo un accidente con un fármaco que inhaló mientras trabajaba. Tuvo que tomar corticoides un mes porque sufrió un edema de glotis y se puso desde entonces como objetivo personal, según ha relatado a Efe, trabajar para prevenir los riesgos.

“Aquí no valen las recomendaciones, porque si hablamos de eso entonces cada uno le da su interpretación, y depende de las direcciones del hospital que sea, le da una u otra”, ha argumentado a la hora de defender la necesidad de una norma “general, nacional y de obligado cumplimiento”.

Pero, además, los profesionales de los servicios de prevención de riesgos laborales, enfermeros, médicos y farmacéuticos hospitalarios como Marisa Gaspar, miembro del Grupo de Productos Sanitarios (GPS), de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), piden formación e información.

Y la reclaman porque cada vez hay fármacos más potentes y eficaces para combatir, por ejemplo, el cáncer, pero también cada vez son más peligrosos.

Por eso, es necesario que la forma en la que se administran sea segura porque a día de hoy, según estos expertos, “aún hay sistemas en los que todavía hay derrames y las enfermeras se mojan con citostáticos”, uno de los medicamentos peligrosos.

Esa formación la deben recibir toda la cadena de profesionales vinculados con el medicamento peligroso: desde el que lo recibe, el que lo transporta, lo prepara, lo administra hasta la persona que limpian porque puede derramarlo.

También la deben recibir los familiares y cuidadoras de la persona a la que se le administra el fármaco porque éste se metaboliza y se elimina y puede aparecer en forma de restos en las excretas (eliminaciones fecales).

Es imposible evitar el riesgo al cien por cien, según Luis Mazón, coordinador del Servicio de Prevención de Riesgos en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, pero es necesario avanzar en “estrategias básicas y en un patrón genérico de evaluación” para a partir de ahí proponer medidas formativas e informativas.

Para ello es necesaria, según Mazón, la colaboración -ha dicho- del Ministerio de Sanidad, además de los profesionales sanitarios españoles, cuyo trabajo ha hecho que España figure como segundo país del mundo en el número de publicaciones sobre este tema.

Comunidades como Madrid o Valencia, según Mazón, ya están desarrollando normas e implementando protocolos de actuación, y el modelo madrileño ha interesado a la UE porque es multidisciplinar, ya que actúan de forma conjunta los servicios de prevención de riesgos laborales, farmacia hospitalaria, supervisores de recursos materiales y de hospital de día oncológico de todos los hospitales.

Otra iniciativa a destacar, según Marisa Gaspar, es la base de datos InfoMep de medicamentos peligrosos, que permite realizar búsquedas incluso por nombre comercial.

Se trata de una base de datos de innovación mundial porque, hasta ahora, solo el Instituto Nacional para la Seguridad Ocupacional y la Salud de Estados Unidos realizaba este tipo de búsquedas, pero solo por principio activo.