Sayago, en Zamora, homenajea el pueblo anegado por el embalse hace 50 años

Una representación de ocho pueblos de la zona zamorana de Sayago ha desfilado hoy, cada uno de ellos con su pendón, junto a descendientes de Argusino para rendir homenaje a esa localidad desaparecida hace ahora 50 años al quedar anegada por las aguas del embalse de Almendra.

La construcción en 1967 de una presa sobre el río Tormes obligó a los habitantes de Argusino a abandonar el pueblo y perder sus raíces, ya que la localidad no se reconstruyó en ningún otro lugar, pero ahora pretenden que medio siglo después el nombre del pueblo y el de los argusinejos se mantenga en la memoria colectiva.

Por ello, a lo largo de todo el año han desarrollado una serie de actos conmemorativos de tipo cultural y lúdico que han culminado hoy con el homenaje tributado al pueblo en la ermita de la Santa Cruz, construida por los propios vecinos en la orilla del embalse más cercana al pueblo, en el término municipal de Villar del Buey.

Allí, se han dado cita hoy más de seiscientos vecinos y descendientes de Argusino llegados de distintos lugares de España, junto a habitantes de la zona zamorana de Sayago y de otros puntos de la provincia.

Por la mañana se ha desarrollado una procesión en la que han participado ocho pueblos sayagueses que únicamente desfilan juntos a sus pendones, también llamados Viriatos, en una romería que se celebra en los Arribes del Duero en junio.

De forma excepcional, esta mañana los pendones blancos de más de cuatro metros de altura han vuelto a ondear y han desfilado precedidos por el estandarte de Argusino y los vecinos de esa localidad hasta llegar a un teso desde el que se observan los restos del antiguo cementerio del pueblo.

Por la tarde se desarrolla un acto de homenaje consistente en llevar hasta el lugar exacto del embalse bajo el cual está anegado Argusino unas barcas de corcho que permanecerán allí atadas a una boya hasta el próximo septiembre, según ha explicado a Efe uno de los descendientes del pueblo, Jesús Vega.

Dentro de un mes, coincidiendo con la fecha en la que los vecinos abandonaron el pueblo, esas barcas se soltarán en un nuevo homenaje que se tributará para que el nombre de Argusino no quede en el olvido y se rememore el cincuenta aniversario de su desaparición.

Las barcas están confeccionadas con 108 planchas de corcho que representan a las 108 viviendas habitadas que tuvieron que abandonar hace 50 años y la suelta de las barcas dentro de un mes pretende simbolizar la marcha de los cerca de cuatrocientos argusinejos que vivían entonces en el pueblo a distintos lugares de España.

La jornada de homenaje de hoy la ha abierto el pregón del periodista Javier Pérez Andrés y después se ha podido escuchar música tradicional, se ha celebrado la procesión, una comida de hermandad con 622 asistentes y talleres infantiles, antes del homenaje vespertino con las barcas y otras actividades previstas hasta el anochecer.