Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Teresa Romero demanda a la Comunidad de Madrid por su honor y la muerte de su perro

Teresa Romero y su marido Javier Limón.

Agencias

Teresa Romero, la sanitaria contagiada de ébola, ha decidido demandar. Sus abogados reclaman una indemnización al consejero de Sanidad, Javier González, de 150.000 euros por atentar contra su honor. Por otro lado, también han iniciado un procedimiento de responsabilidad patrimonial por el sacrificio de su perro Excalibur.

Los letrados contratados por la auxiliar de enfermería han iniciado los trámites este lunes. En la demanda para restablecer su honor, han entregado una solicitud de acto de conciliación, paso previo para la interposición de una demanda. En el acto de conciliación, los abogados tratarán de que Rodríguez acepte esa indemnización, una cuantía que irá destinada a varias ONG, sobre todo a protectoras de animales, según informa Europa Press.

Si no se llega a un acuerdo, se interpondrá la demanda civil, cuyo principal objetivo es que “se limpie la imagen de Teresa”. En el trámite de conciliación previa, no es necesario que se presente personalmente el consejero madrileño de Sanidad, pero sí un representante con poderes notariales. La demanda se basa en las supuestos “falsas” alegaciones que el consejero Rodríguez vertió acerca de los errores de Romero, su ocultación de información... “Resulta palmario el manifiesto daño moral que se ha originado al haberse producido las difamaciones y de graves consecuencias que acarrean los hechos que a ella se le imputan, pues se está hablando de hechos gravísimos para su persona, tema de gran candencia informativa y de enorme repercusión por tanto para su persona”, agrega la demanda.

Sacrificio precipitado

En cuanto al caso de su perro Excalibur, se reclama que haya un pronunciamiento sobre si la muerte de la mascota era necesaria y si no lo era, que se reconozca el daño moral que se habría producido a la pareja, que consideraban a Excalibur como un hijo adoptivo.

“Dicha decisión fue adoptada de manera precipitada, sin las precauciones adecuadas, toda vez, que no se procedió a hacerle las pruebas necesarias para determinar si el perro estaba contagiado, por lo que se decidió matar” al perro del matrimonio.

Etiquetas
stats