Último golpe a Gallardón: una agencia de viajes ficticia para abortar en el extranjero
“Bienvenidos a una realidad que debemos evitar”. Este eslogan introductorio de la página web de Abortion Travel resume su esencia y lo que ha motivado a la Coordinadora Española para el Lobby Europeo de Mujeres (CELEM) a lanzar esta agencia de viajes ficticia. Ofertas de hoteles, vuelos y clínicas en el extranjero en las que se permite abortar libremente que no se comercializan, sino que intentan concienciar a las mujeres de “los derechos que les va a arrebatar la ley de Gallardón si se aprobase”.
“Decide en París”. “Tu opción en Lisboa”. “Sé libre en Londres”. Folletos con imágenes de las principales ciudades europeas, dignas de cualquier promoción turística, esconden un mensaje que preocupa a muchas asociaciones de mujeres: la interrupción libre del embarazo solo será posible en el extranjero si se aprueba la “ley orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada” del ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, denuncian desde CELEM.
Rosa Escapa, presidenta de CELEM, ha presentado la iniciativa Abortion Travel en el local temporal que estará abierto en Madrid hasta este sábado 12, en la calle Infanta de las Mercedes de Madrid. “El objetivo de la campaña es denunciar que si la ley del ministro Gallardón sale adelante, los derechos de las mujeres se retrotraerán más de 30 años, a la época de la dictadura franquista”, critica Escapa.
La iniciativa coincide en el tiempo con otra muy similar, impulsada por el colectivo anónimo New Life Spain, que también simula una agencia de viajes para abortar fuera del país mediante dos anuncios y su página en Internet, aunque con un tono distinto, que recurre a la ironía.
Abortion Travel informa de la legislación en el resto de países europeos. “El Gobierno quiere imponer una ley que va en contra de la tendencia en la mayoría de Europa”, denuncia Escapa. Un mapa de Abortion Travel agrupa a España junto a Malta, Irlanda y Polonia, los países más restrictivos de Europa en la legislación del aborto. En el resto, abundan las leyes que permiten la interrupción voluntaria del embarazo en un plazo determinado, como la actual ley aprobada en 2010.
En un solo día, la petición de CELEM contra la reforma del Gobierno ha recibido más de 14.500 firmas. “Hemos elegido una plataforma online para que llegue más a las mujeres jóvenes, que no son del todo conscientes de los derechos que les quieren arrebatar”, apunta Escapa.
Viajar al extranjero o abortar de manera clandestina
Las vivencias de hace años, “tiempos oscuros que no queremos volver a vivir”, protagonizan la intervención de la periodista Rosa Montero, presente para apoyar la campaña. “Yo he vivido esto. He acompañado a amigas a Londres a abortar y también a urgencias porque se estaban muriendo por haberse sometido a un aborto clandestino”, afirma.
La periodista recuerda que en 1978, año en el que se despenalizaron los anticonceptivos en España, hubo más de 100.000 abortos clandestinos. Montero señaló que la política que más reduce los embarazos no deseados es la educación sexual y la información sobre medidas anticonceptivas, “pero parece que no interesan mucho al Gobierno”.
Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, y el resto de ponentes han coincidido en que las mujeres si quieren abortar, lo harán aunque no esté permitido en España. “Esta demostrado que las políticas más restrictivas no reducen el número de abortos sino que aumentan los abortos inseguros”, recuerda Rosa Montero.
La cifra de interrupciones de embarazos en 2012 se redujo en un 5% respecto el año anterior, según los últimos datos facilitados por la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI). “Si el Gobierno lo que quiere es reducir los abortos, con la vigente ley vamos por el buen camino. Lo que ocurre es que hay algo más, es una ley ideológica”, apunta Besteiro.
La ley que quiere implantar el ministro Gallardón, según está redactada, solo contempla la despenalización del aborto en dos supuestos: debido a una violación y en caso de riesgo para la salud física o psíquica de la mujer. Según los datos de las interrupciones durante 2012, un 91% de las mujeres abortó ejerciendo su derecho de decidir sobre su maternidad en las 14 primeras semanas de gestación. “Esta inmensa mayoría de las mujeres no podrían abortar con la nueva norma”, indicó Besteiro.
Las opciones para las mujeres que no se encuentran en ninguno de los dos supuestos dependerán de su poder adquisitivo. “Volveremos al aborto de clase”, denuncian. El precio más económico para interrumpir un embarazo en las primeras semanas y sin complicaciones en la salud de la madre o el feto es de unos 800 euros, en Portugal. “En los casos de enfermedades graves o malformaciones en el feto pueden ascender hasta los 6.000 euros, en Francia”, afirma Escapa.
“Ninguna de las presentes estamos a favor del aborto. El aborto es un horror, pero lo que queremos es la igualdad de acceso a la interrupción del embarazo de manera segura”, reclama Montero. La periodista alentó a apoyar esta y otras campañas contra la reforma de ley, “porque es tan ridícula y radical que hay que frenarla”. “La lucha que se pierde es la que no se pelea”, recordaron en la rueda de prensa.
