Van Grieken advierte de que “sin evaluación no hay mejora” en la enseñanza

El consejero de Educación, Rafael van Grieken, ha opinado que para mejorar la enseñanza “es imprescindible un buen sistema de rendición de cuentas” con evaluaciones como las que realiza la Comunidad, y ha advertido de que descartarlas solo por el hecho de que puedan provocar desacuerdos sería “un error”.

Así lo ha defendido Van Grieken durante su intervención ante el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y del resto de consejeros del ramo en la Comisión General de comunidades autónomas que hoy se celebra en el Senado.

Van Grieken ha desgranado los puntos que para la Comunidad de Madrid son básicos para garantizar una enseñanza de calidad, y uno de ellos, ha dicho, es el de un buen sistema de rendición de cuentas como el que desarrolla la región, que “ha tenido efectos positivos” y han sido útiles tanto para la administración, “a la hora de establecer programas de refuerzo”, como para los centros, las familias y los propios alumnos.

Unas pruebas que aunque supusieron un escollo para aceptar la Lomce, bajo su punto de vista “ayudan a mejorar el sistema”, conclusión “que comparten todos los organismos internacionales”. “Sin evaluación no hay mejora”, ha insistido.

Por eso, durante la negociación que se ha abierto para alcanzar un pacto de estado sobre la educación “habrá que trabajar en llegar a un acuerdo sobre qué evaluaciones queremos”. “Pero sería un error descartarlas solo por ser un elemento de potencial desacuerdo”, ha opinado.

Van Grieken ha puesto en valor la experiencia de la Comunidad de Madrid a la hora de hacer un pacto sobre la educación, ya que en la región se lleva 17 meses trabajando en uno “con el mayor consenso posible” entre los grupos parlamentarios, los sindicatos y la comunidad educativa.

De hecho, en breve se presentará un borrador del acuerdo final, “acompañada de un presupuesto para los próximos tres cursos”.

Para conseguir se pacto se ha tratado de buscar “el mínimo común denominador” durante 53 reuniones en las que se han recogido las aportaciones de 32 entidades: desde los partidos de la Asamblea hasta sindicatos de docentes, patronales de la educación concertada, ampas, representantes de centros privados, ongs, etc.

El borrador que saldrá fruto de este trabajo contendrá 180 recomendaciones, que “son producto de la reflexión” en sesiones monográficas con expertos propuestos por las distintas formaciones políticas.

El texto contendrá 82 actuaciones concretas, enmarcadas en 28 objetivos sobre diez ejes, y que contemplan de manera específica una mejora de las condiciones laborales de los docentes.

“Un pacto sin un contenido claro lo único que busca son cómplices para el fracaso; pero también hay que tener altura de miras para que cada parte no quiera ver reflejado su programa o sus admiraciones particulares”, ha avisado.

De ahí que haya que trabajar por encontrar ese “mínimo común” que “dé estabilidad y permita a cada cual procurar sus intereses dentro del marco establecido”.

El pacto madrileño tiene que reconocer el derecho de los padres a elegir el tipo de enseñanza que quieren, y “las administraciones deben garantizarlo con independencia de su ideología”; y también debe garantizarse el desarrollo máximo del potencial de los alumnos, dando especial atención a la diversidad a través de una educación personalizada.

Además, cree que hay que revisar el estatuto del personal docente, mejorar la formación del profesorado e incentivar su buen desempeño, y ha abogado por bajar la tasa de interinidad, para lo cual la Comunidad va a convocar 1.400 nuevas plazas, el cien por cien de la tasa de reposición.