La actividad educativa de las fundaciones beneficia a 1,2 millones de alumnos

Las actividades educativas de las fundaciones llegan anualmente a 1,2 millones de alumnos y casi 60.000 docentes de 6.000 centros de enseñanza, lo que beneficia a 280.000 familias, según datos de un estudio de la Asociación Española de Fundaciones (AEF).

Los estudiantes suelen ser los protagonistas de estos programas y proyectos, pues son los destinatarios del 79 % de ellos, siempre con el objetivo de corregir desigualdades sociales, geográficas o de integración social, fomentar valores para una ciudadanía responsable, incentivar la excelencia e impulsar las habilidades digitales.

El 10 % se enfoca hacia los docentes y el 11 %, a los centros educativos y los padres.

Los datos del primer informe “Actividades educativas de las fundaciones españolas”, presentado hoy, indican que la mayor parte (77 %) se orientan al desarrollo integral de las personas por medio de competencias transversales (comunicación, gestión emocional, solidaridad y ciudadanía).

El 23 % restante se dirige a la capacitación profesional con formación sobre emprendimiento, creatividad, pensamiento crítico o habilidades digitales.

Por tramos de edad del alumnado, la mayoría de la formación para el desarrollo personal se concentra entre los 15 y 18 años (20 % de las actividades); y los mayores de 18 años se llevan la mayor parte (40 %) si se trata de capacitación profesional.

El informe constata una atención “aun escasa” a la primera infancia, sobre todo si se tienen en cuenta las profundas transformaciones del entorno familiar.

También recoge una relación de buenas prácticas educativas como aprendizaje por resolución de retos, educación de las emociones, participación europea o innovación educativa.

En general, estas fundaciones actúan en contacto, más o menos intenso, con las administraciones y los centros educativos.

El estudio se basa en la información aportada por 62 fundaciones (un tercio vinculadas a empresas) que no tienen la educación como tarea fundamental, pero sí figura entre sus áreas de acción.

A la vista de los resultados, el presidente de la AEF, Javier Nadal, ha deducido que estas entidades son capaces de reaccionar a los problemas y demandas de la sociedad y lo hacen de manera espontánea y las ha valorado como actores “imprescindibles” en la educación.

Según Leticia Soberón, de la red social Dontknow, las fundaciones están abriendo camino, demostrando que otra educación es posible, de manera innovadora, con prácticas nuevas e interesantes, a veces experimentales, pero siempre con fundamento.

El director de Educación de la Fundación Botín, Javier García Cañete, ha defendido la colaboración máxima entre los agentes del sistema educativo y las propias fundaciones, así como la evaluación constante de los programas y proyectos para mejorarlos cuando sea necesario.

El informe ha estado patrocinado por las fundaciones Botín y Mahou San Miguel.